Sin duda, cuando hablamos de una posible relación, el primer enfoque es uno de los más importantes. La increíble comprensión que se puede desarrollar con una sola mirada, una broma o un gesto va más allá de lo comprensible, desencadenando instintivamente lo que generalmente se define como "amor a primera vista".

Por supuesto, esta atracción debe estar asociada con una compatibilidad efectiva de pares. En este caso, el diálogo con el objeto de nuestros deseos es un paso fundamental. En general, se necesitan unas dos o tres salidas para comprender si la posible relación tiene la posibilidad de materializarse, pero se tarda unos cinco segundos en hacer que cada castillo sea destruido. Una palabra equivocada, un cumplido también, poca empatía o, simplemente, aburrimiento.

Las razones para cerrar todas las puertas, incluso antes de comenzar, son infinitas, pero de la misma manera hay signos para entender que nuestros castillos, a menudo exagerados, pueden tener fundamentos, y todos estos se refieren a la forma en que hablamos de nuestro compañero .

  • Mira cuánta atención muestras hacia ti

Seguramente, durante las primeras reuniones, es importante observar las actitudes y movimientos del otro. Asegúrese de que su hombre no lo oculte con actos de egocentrismo extremo o megalomanía injustificada. En caso de que cada uno de sus discursos recaiga en él, en sus experiencias o en su pasado, asegúrese de convertirse en una de sus historias más indigestas. No vale la pena

  • Seguridad primero.

Aunque el hombre no debe excederse con la centralización de la atención en sí mismo, es igualmente cierto que cierta seguridad nunca está de más. Un componente fundamental de muchas relaciones es la sensación de seguridad y fiabilidad que el hombre debe inculcar en nosotros, y esto también se puede deducir de la forma de hablar.

  • Evitamos los imanes de la desgracia.

La vida ya es bastante deprimente como es. Entre los problemas escolares, laborales, financieros o familiares, solo necesitamos encontrar en nuestro camino otro afecto de la "enfermedad de leopardo". Olvídate de irte, antes de tener que recurrir a tarros de manzanilla, kleenex y helado para desahogar tus frustraciones.

  • Riendo, pero de la manera correcta.

En el opuesto opuesto al punto tres está el bromista, el chico clásico que no puede tomar nada en serio, que se ríe de todo y de todos. Asegúrate de mantenerte alejado de estos especímenes de carloni, y confía en un hombre que te hará reír, pero por sus bromas sagaz y el carisma que muestra durante la conversación.

  • Los cumplidos excesivos no ocultan nada.

Un hombre que va demasiado lejos en elogios es un hombre sin espina, que tiene prisa por causar una buena impresión porque detrás de la cara probable de un buen chico esconde la absoluta inconsistencia. No te dejes engañar por los cumplidos de la cuarta liga, y asegúrate de que los cumplidos que vas a recoger en tu noche sean merecidos, sinceros y colocados en un contexto apropiado.

Siguiendo esta pequeña y práctica guía, se asegurará de salir a cenar con un verdadero caballero después de unos cuantos bares, reduciendo drásticamente la cantidad de tiempo perdido en fallas en busca de su hombre perfecto.

Categoría: