Nuestra sociedad nos ha enseñado que la familia es lo más importante en la vida. Pero este no es siempre el caso. De hecho, a veces nuestros parientes más cercanos son los que nos hacen sentir peor, por lo que lo mejor sería cortar puentes. Cortar una relación tóxica con un compañero, un amigo, un conocido es ciertamente menos difícil. Separarse de la propia existencia, alguien que es sangre de nuestra sangre es, en cambio, un paso que a nadie le gustaría hacer, pero a veces es necesario vivir una vida pacífica.

Tenemos muchas expectativas de la familia. Esperamos recibir amor y apoyo . Cuando esto no sucede dentro de nosotros, algo se rompe. La peor situación es aquella en la que los padres tienen un comportamiento tóxico. Honrar al padre y a la madre es una creencia compartida no solo para los cristianos. ¿Cómo ir en contra de este comportamiento socialmente compartido? En lugar de romper el molde, muchos niños continúan soportando y sintiéndose mal. Y ser maltratado .

En una familia tóxica, se desarrollan patrones de comportamiento que causan problemas emocionales y destruyen la autoestima de las víctimas. En su interior, pueden coexistir diferentes problemas relacionales: conflictos repetidos, incluso violentos ( violencia verbal , violencia física ); roles familiares indefinidos (madres y padres que no pueden desempeñar el papel de padres, hijos que reemplazan a los padres); chantaje emocional ; vínculos y gestos seriamente carentes o ausentes. Aunque las causas están relacionadas principalmente con problemas psicológicos y problemas existenciales no resueltos de los padres, puede suceder que la causa desencadenante sea un evento traumático como un luto, que rompe un equilibrio ya precario. Un ejemplo de ello podría ser el de la madre viuda que no puede procesar la muerte de su esposo y, en lugar de buscar el apoyo y el afecto de sus hijos, derrama su ira sobre ellos.

Todos hemos peleado, más o menos fuertemente, con padres, hermanos y hermanas: los dramas familiares grandes y pequeños se consumen en todas las familias. Pero cuando una relación familiar afecta tanto el bienestar de uno e incluso la salud mental de uno, se debe romper el vínculo. Parece absurdo, pero a veces las relaciones familiares más cercanas son el obstáculo que nos impide vivir una vida feliz y libre.

Como siempre, darse cuenta de que vive una relación tóxica es el primer paso para avanzar hacia el cambio. Puede ser útil buscar apoyo psicológico. Entonces puede intentar aceptar la toxicidad de la persona pero ponerla en juego, para que ya no pueda hacer el bien y el mal tiempo. Si esto no es posible, todo lo que queda es distanciarse. La persona en cuestión podría intentar hacerte sentir culpable, hacer que te equivoques o promete cambiar pero no hacerlo.

El "divorcio" de aquellos que deberían amarnos no es una caminata. Es triste cortar el puente con las propias raíces, pero es necesario si nuestro bienestar y estabilidad emocional están en riesgo. Todos tenemos derecho a la serenidad .

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