Mantener la masa madre

Si eres un fanático del pan casero o un simple aficionado a la cocina, definitivamente la masa madre es un ingrediente que conoces bien. Este preciado aliado natural es la clave para obtener productos perfumados, suaves y sabrosos.

La Sourdough es sin duda el mejor agente leudante que puedes usar, especialmente para hacer pan y pizza.Sin embargo, requiere intervenciones diarias o casi diarias, como refrescos cíclicos, necesarios para mantener activos los microorganismos que componen la masa madre.

Pero, ¿qué pasa cuando tienes que conservarlo? Sabrás que la masa madre requiere atención y cuidado, ya que es un ingrediente delicado que no puede descuidarse en la despensa sin consecuencias.

De hecho, la masa madre es un ingrediente “vivo” que, si no se trata con cuidado y puntualidad, puede enfermar e incluso morir, quedando inservible.

Además, puede haber situaciones en las que necesites conservarlo durante mucho tiempo, o periodos en los que no puedas dedicarle un cuidado diario, sobre todo si te vas de vacaciones o si estás fuera de casa durante un largo período.

¿Qué hacer en estos casos? Veamos juntos los errores a evitar y descubramos los secretos para mantener la levadura madre en perfectas condiciones, incluso durante largos periodos.

Cómo almacenar correctamente la levadura madre

La masa madre se puede conservar a temperatura ambiente, en la nevera o en el congelador, según tus necesidades.

Si usas masa madre todos los días, mantenla a temperatura ambiente. En este caso tendrás que "alimentarlo" todos los días, posiblemente siempre a la misma hora.

Si por el contrario no lo usas todos los días, guárdalo en la nevera. Una masa madre almacenada en el refrigerador solo necesita renovarse una vez por semana para mantenerse en buenas condiciones.

Tenga en cuenta que la masa madre almacenada a temperatura ambiente y alimentada diariamente tendrá un sabor más delicado que la almacenada en el refrigerador y alimentada solo una vez a la semana.

Cómo conservar la levadura madre durante largos periodos

Si desea tomarse un descanso de la cocción o necesita almacenar masa madre durante un período prolongado, tiene dos opciones: almacenamiento en congelación o deshidratación.

Tanto la congelación como el secado le permiten almacenar la masa madre de forma segura durante períodos prolongados, sin riesgo de perder su eficacia.

Estos métodos te permiten retomar la cocción fácilmente cuando lo necesites, con la certeza de que tu masa madre mantiene in alteradas todas sus propiedades y cualidades.

Cómo conservar la masa madre en el congelador

El almacenamiento en el congelador es una excelente opción cuando se desea conservar la levadura madre durante mucho tiempo. La operación de congelación es muy sencilla.

Toma toda la masa madre activa que tengas (o la que no quieras usar en los próximos días), divídela en pequeñas porciones, envuélvelas bien en film transparente y colócalas en el congelador. Alternativamente, puede usar bolsas de comida sellables.

Cómo reactivar la masa madre después de la congelación

La fase de reactivación de la levadura madre tras la congelación es fundamental para devolverla a su estado natural, vivo y activo.

Si las temperaturas externas son frías, descongelar la levadura a temperatura ambiente durante la noche y proceder con un refresco inicial normal. Planifique esta fase unos días antes del uso real de la levadura, para permitir una recuperación completa de sus actividades.

Si estamos en verano con temperaturas muy altas, sin embargo, es recomendable evitar los cambios bruscos de temperatura, por lo que dejar la levadura en la parte menos fría del frigorífico durante las primeras 24 horas tras la descongelación.

A continuación, colóquelo a temperatura ambiente hasta que se descongele por completo. Durante esta etapa, se requieren refrigerios diarios durante al menos una semana.

Una señal de que la levadura está lista para usar es cuando, después de refrescarse, la masa dobla su volumen en un máximo de 4 horas. Esto indica que la levadura está nuevamente activa y es capaz de llevar a cabo su función de levadura de manera efectiva.

Masa madre deshidratada

Si desea almacenar la masa madre durante largos períodos, la opción más efectiva es el secado. Una vez seca, la levadura se puede almacenar en el refrigerador por un período prolongado, incluso más de 6 meses.

Este método también es excelente para controlar el exceso de masa madre. Además, puedes utilizar dos métodos que te permitirán tener levadura madre en polvo o en escamas.

En el primer caso, proceda de la siguiente manera:

  • Hacer un refresco normal de la masa madre y dejar que duplique su volumen en unas 3-4 horas.
  • Una vez que la levadura haya duplicado su tamaño, toma una porción del corazón de la levadura, rómpela y ponla en una batidora junto con la misma cantidad de harina. En este caso, no agregue agua.
  • Aplaste la mezcla hasta obtener una consistencia similar a la de un polvo y transfiérala a una bandeja para hornear o a una fuente resistente al horno forrada con un paño de cocina.
  • Deja que se seque por completo, removiendo de vez en cuando y cambiando el paño de cocina si se humedece.

Si por el contrario prefieres secar la levadura madre en copos, después de refrescar y doblar el volumen, extiende la levadura sobre hojas de papel de horno formando una lámina fina. Guárdelo en un lugar seco y déjelo secar completamente, hasta que se convierta en una costra.

En este punto, rompe las costras y ponlas en un frasco de vidrio sellado, que pondrás en el refrigerador.

Cómo reactivar la levadura madre seca

Para reactivar la masa madre seca, saca el frasco del refrigerador y deja que se aclimate durante un par de horas a temperatura ambiente.

Luego, agregue agua gradualmente, lo suficiente para obtener una pasta consistente. Es posible que esto no parezca suave e incluso al principio, pero no se preocupe. Formar la bola habitual, hacer un corte transversal en la superficie y dejar reposar 24 horas a temperatura ambiente.

Luego, haz un refresco manteniendo la levadura a temperatura ambiente. Estará listo y activo cuando duplique su volumen dentro de 3 a 4 horas.

Cómo almacenar la masa madre cuando te vas de vacaciones

Si estás planeando unas vacaciones y no quieres renunciar a tu querida masa madre, tienes dos soluciones para conservarla durante tu ausencia:

Actualízalo a fondo

Antes de salir de vacaciones, refresca abundantemente tu masa madre. De esta manera, le darás una dosis extra de energía para sobrevivir en tu ausencia. Déjelo reposar un par de horas a temperatura ambiente y luego vuelva a colocarlo en el refrigerador.

Pídele ayuda a un amigo

Si tienes una amiga a la que le apasiona la repostería, puedes pedirle que cuide tu masa madre mientras no estás. ¡Asegúrate de explicar las instrucciones básicas de almacenamiento y ofrécete a compartir un delicioso pan recién horneado cuando regreses!

Levadura madre: no cometer errores

A la hora de trabajar con masa madre, existen algunos errores comunes que es importante evitar para no frustrar todo el trabajo realizado y comprometer la salud y vitalidad de la levadura. En particular, debe comprender cómo mantener viva la masa, cómo y dónde almacenar la masa madre.

Ignora los refrigerios habituales

La levadura madre está viva y necesita alimento para mantenerse saludable. Independientemente del método de conservación elegido, es fundamental renovar siempre la levadura madre antes de utilizarla para preparar cualquier tipo de masa.

Este proceso regenera y activa la masa madre, asegurando que esté lista para prestar su poder leudante a tus creaciones.

Almacenarlo en temperaturas extremas

A la levadura madre no le gustan los extremos. Evite almacenarlo en lugares demasiado calientes o demasiado fríos, como cerca del horno o en el refrigerador. La temperatura ideal para almacenar la masa madre es de unos 19-20 °C, así que intenta encontrar un rincón tranquilo en tu cocina.

Si desea conservarlo en el frigorífico, colóquelo en el estante más bajo, para que mantenga una temperatura de alrededor de +4°.

Uso de contenedores inadecuados

La levadura madre no requiere necesariamente un recipiente hermético. Nuestros abuelos, por ejemplo, simplemente lo guardaban en un bol cubierto con un paño, colocado en la alacena donde se preparaba el pan.

Sin embargo, si guardas la masa madre en el frigorífico, un tarro de cristal, un recipiente para alimentos o una ensaladera cerrada con film transparente, todas son soluciones válidas y equivalentes.

Lo importante es poder aislar la levadura madre del ambiente circundante, evitando la formación de costras y la contaminación por otras bacterias u olores presentes en el frigorífico.

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