Cómo tener un balcón florido todo el año

No todos tienen la suerte de tener un jardín, aunque sea pequeño, para plantar hermosas flores todo el año: ¿por qué no decorar el balcón, para tener un espacio abierto donde reine el color y la alegría? Muchos piensan que para una terraza siempre floreciente es necesario tener un pulgar verde. En realidad, con unas pequeñas precauciones se puede disfrutar de un espléndido rincón verde incluso sin hacer demasiado esfuerzo. Lo importante es elegir las plantas de exterior adecuadas, entre aquellas que no requieran un cuidado excesivo y que no mueran en invierno, para evitar tener que renovar tus jardineras cada año.

Las mejores plantas de balcón

El primer secreto para tener un balcón florido todo el año es comprar plantas perennes: se trata de especies vegetales que también toleran las temperaturas invernales, volviendo a florecer cada primavera sin necesidad de ser replantadas. Son sin duda las más fáciles de cultivar, precisamente porque no mueren al final de su época de floración. Por supuesto, también necesitan un poco de atención: desde la exposición hasta el riego, averigüemos cuáles son las necesidades de las plantas perennes más hermosas para tener en el balcón.

Margarita

La primera planta de exterior que definitivamente deberías comprar para tu balcón es la margarita común (Leucantheum vulgare): es una especie arbustiva perenne, originaria de las Islas Canarias y ahora extendida por toda Europa. Elegante en su extrema sencillez, esta planta cuenta con una exuberante floración que se extiende desde la primavera hasta principios de otoño, incluso hasta noviembre/diciembre en las regiones de clima más cálido.Las flores son pequeñas y delicadas, caracterizadas por una corola de pétalos muy blancos o amarillos que rodean un gran botón dorado.

Cultivar margaritas es realmente muy fácil: esta planta necesita mucha luz, por lo que es mejor exponer la maceta en una zona soleada o, como mucho, en semisombra. Lo importante es que esté bien resguardado del viento, porque es bastante delicado. Sus bellas florecitas no requieren mucha atención: solo hay que recordar mojar la tierra con frecuencia durante la época de calor, interrumpiendo los riegos en invierno. Finalmente, cada 3/4 meses, tendrás que abonar la planta para que tenga los nutrientes que necesita para crecer.

La prímula

Símbolo de la primavera, la prímula (Primula vulgaris) es una planta herbácea perenne que pertenece a una amplia familia de maravillosas flores. Esta especie es una de las más adecuadas para permanecer al aire libre durante todo el año, soportando bien incluso las temperaturas más frías.Originaria de Europa Occidental, la prímula comienza a florecer en las primeras semanas del verano y ofrece un espectáculo maravilloso: del amarillo al rojo, pasando por el blanco, el rosa y el violeta, esta planta es un caleidoscopio de colores brillantes.

Las prímulas necesitan abundante iluminación, así que recuerda colocar las macetas a plena luz del sol incluso antes de que comience la floración. En los meses de verano, sin embargo, conviene colocarlas a la sombra: la planta sufre bastante con el calor (mientras que es muy resistente al frío) y la sequía. Durante el período de floración, la planta debe regarse con frecuencia, preferiblemente temprano en la mañana o después de la puesta del sol, para evitar el estrés térmico.

Geranio

Una elección muy tradicional para el balcón es el geranio (Pelargonium), una planta perenne originaria de Sudáfrica, por lo que está acostumbrada a las altas temperaturas. Hay muchas variedades, una más vistosa que otra: son muy decorativas, con sus flores que empiezan a florecer a finales de la primavera y nos acompañan durante todo el verano.Para cuidar estas plantas, necesitarás comprar maceteros grandes. De hecho, necesitan mucho espacio, pero te recompensan con una floración maravillosa y muy fragante.

El geranio está acostumbrado a los climas tórridos, por lo que prefiere la exposición directa a la luz solar, incluso durante la época estival. En invierno, aquejada de frío, debe ser resguardada en una veranda, donde pueda permanecer al sol, o en el interior (preferiblemente cerca de una ventana). En cuanto al riego, es importante regar a menudo para que la tierra permanezca siempre húmeda. Por último, el geranio debe podarse con cuidado, retirando las flores secas en primavera y aclareando las ramas una vez finalizada la época de floración.

Lavanda

¿Te encantan las flores fragantes? La Lavanda (Lavandula) es la elección adecuada para tener un colorido y hermoso balcón en cualquier época del año. Esta planta herbácea perenne es originaria de la cuenca mediterránea, donde crece ya bien acostumbrada a climas más cálidos.De las diversas variedades existentes, las mejores para una terraza son aquellas que no crecen excesivamente en altura, dando vida a frondosos arbustos que en primavera se tiñen de lilas, con encantadoras flores en forma de espiga, muy conocidas por sus múltiples propiedades terapéuticas.

¿Cómo cuidar la lavanda? En realidad es muy simple: esta planta ama el sol, por lo que siempre debe estar bien expuesta a la luz natural. También tolera períodos cortos de sequía, por lo que es bueno no excederse con el agua. El riesgo, con abundante riego, es que las raíces de la planta se pudran. Además de ser decorativa, la lavanda tiene muchos usos diferentes. El mejor momento para la cosecha es a mediados del verano: luego puede dejar que se seque para obtener una deliciosa fragancia ambiental, o puede intentar preparar aceite esencial de lavanda.

Hortensias

Hydrangea (Hydrangea) es una planta muy fácil de cultivar, perfecta para el balcón.De origen asiático, prefiere los climas templados y resiste muy bien incluso al frío invernal, mientras que teme en cambio una abundante exposición al sol. Sus flores son muy pintorescas: grandes y repletas de pétalos, varían del rojo al azul, pasando por una infinidad de tonalidades (es realmente interesante saber que estas dependen del tipo de suelo en el que se encuentre la planta, y más particularmente a su acidez). Veamos cómo cuidar estas maravillosas flores.

La maceta de hortensias siempre debe estar protegida de la luz solar intensa, ya que la planta está acostumbrada a temperaturas más frías. En el balcón, por lo tanto, debe encontrar un rincón donde los rayos directos del sol no lleguen, prefiriendo en su lugar la sombra parcial. Además, las hortensias requieren un riego abundante, para que la tierra permanezca siempre húmeda: basta con observarla para comprender si es necesario regar más. Sin embargo, tenga cuidado con el estancamiento, que podría causar que las raíces de la planta se pudran.

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