Estilista Elsa Schiaparelli en el trabajo

" Dime cómo te vistes y te diré quién eres" , puede parecer uno de los tantos títulos de los tests psicológicos, pero tener un estilo propio es la máxima expresión de nosotros mismos y de cómo somos. queremos que la sociedad nos vea. Los estilistas consiguen hacer realidad este concepto inspirándose en lo que les rodea y creando creaciones capaces de sacar nuestro lado más oculto.

Elsa Schiaparelli fue Elsa Schiaparelli quien mejor logró sumergirse en la sociedad en la que vivía y guiarse por las corrientes artísticas de la época.La rival de Coco Chanel tenía un estilo visionario, extravagante y colorido diseñado para asombrar y que contrastaba con el rigor y la sencillez que siempre ha defendido la diseñadora francesa.

La libertad tan esperada

Nacida en Roma en 1890, Elsa Luisa Maria Schiaparelli creció rodeada de cultura, su madre es descendiente de los Médicis, mientras que su padre es profesor universitario. Animada por un espíritu rebelde, sueña con convertirse en actriz y escribe poemas sensuales que se encuentran con la hostilidad de sus padres que la envían a un convento en Suiza.

Decidida, Elsa no renuncia a sus sueños y finalmente en 1913 logra ir a Londres. La ciudad le regala la ansiada libertad, pero también un amor inesperado: aquí conoce al teólogo Wilhelm Wendt de Kerlor, de quien se enamora y con quien se casará en 1914. Tras dos años de matrimonio se trasladan a Nueva York, en la ciudad Elsa vivirá tan feliz como el nacimiento en 1920 de su hija María Luisa Yvonne Radha conocida como Gogo.Gracias a su amistad con Gabrielle Picabia, esposa del pintor dadaísta, podrá conocer a los artistas de la época y superar los momentos difíciles. De hecho, debido a las constantes traiciones de su marido, su matrimonio se vino abajo y, tras divorciarse en 1922, se mudó a París.

Amor por la moda

La vena artística de Elsa siempre ha sido innegable, pero es solo en la capital francesa donde descubre su verdadera vocación: la moda. Alumna de uno de los más grandes estilistas de la época, Paul Poiret, tiene una intuición que cambiará su vida para siempre.

Toma una prenda como el suéter, considerada sólo una prenda de trabajo, y la ennoblece a través de un trampantojo que conquista a todos. A partir de este momento inicia su ascenso en el campo de la moda, dentro de su propio atelier en París expresa mejor su creatividad dando vida a colecciones de prêt-à-porter caracterizadas por prendas que tienen cortes, tejidos y detalles fuera de lo común.

Elsa Schiaparelli mientras crea un vestido en su atelier

Influencias surrealistas

El mundo del arte siempre ha sido una fuente de inspiración para Elsa Schiaparelli, pero fue el encuentro con Salvador Dalì lo que permitió que la diseñadora dejara su huella. Entre ellos no hubo una simple colaboración, sino una profunda amistad: ambos estaban movidos por la genialidad. La marca surrealista es visible en cada pieza del diseñador, como el vestido de langosta usado por Wallis Simpson.

Pero no se detiene en la ropa, la pasión por los matices y la búsqueda continua de lo único, en 1937 se materializa en la creación del color rosa Schiaparelli, o rosa impactante, un color vivo que hizo perfume Impactante icónico.

Obligada a mudarse a Estados Unidos tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, su creatividad se pone a prueba, pero no se detiene.Después de la guerra, regresó a París y lanzó su nueva colección que, como siempre, fue un éxito. Decidida y movida por la pasión por la moda, fue solo después de la llegada a la escena de diseñadores como Dior y Balenciaga que cedió y en 1954 decidió cerrar su atelier y mudarse a Túnez hasta su muerte en 1973.

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