Nuestro mundo está en constante evolución : gracias a la innovación tecnológica y a innumerables inventos, cada acción de la vida cotidiana se está convirtiendo, incluso más fácilmente, gracias a la ayuda de una máquina, un aparato, en cualquier objeto de naturaleza tecnológica adecuado para mejorar nuestro estilo de vida

Incluso en la escuela se percibe este cambio, cómplices nuevos métodos de estudio y el abandono de algunos objetos de la vida cotidiana … por ejemplo el reloj analógico.

De hecho, los relojes con las manecillas y el dial con las horas están desapareciendo, dejando espacio para los hermanos digitales donde la hora simplemente se indica en las cifras. Hay muchas escuelas que han reemplazado los relojes antiguos por otros nuevos y la razón es didáctica: sirve para no confundir a los estudiantes que deben, sobre todo durante las pruebas y las verificaciones, asegurarse del tiempo restante antes de la entrega y no perder demasiado. intenta " descifrar " la posición de las manos.

En resumen, un gesto que nos llegó automáticamente hoy ya no es tan inmediato. Los niños de hoy están acostumbrados a mirar la hora en teléfonos inteligentes o tabletas donde, en la mayoría de los casos, se expresa en cifras. Probablemente nunca hayan tenido un reloj de pulsera analógico o hayan movido las manecillas manualmente durante el horario de verano porque sus dispositivos se actualizan automáticamente.

Esta es solo una de las pequeñas acciones diarias que están cambiando en el mundo, algunas son decididamente más tristes como la pérdida de una competencia básica para la educación y el estudio: sostener un lápiz.

Sally Payne es una terapeuta que confirmó que a los niños les resulta cada vez más difícil sostener bolígrafos y lápices. Esta triste consideración siempre nace del uso desmesurado de la tecnología, de hecho, los niños de hoy en día están acostumbrados a usar pantallas táctiles y teclados, ciertamente no escribir a mano en hojas de papel.

Esta evolución también trae un cambio en el físico de nuestros niños: de hecho, para agarrar un lápiz, es necesario que los músculos de los dedos estén entrenados y los niños desde una edad temprana necesitan mucho ejercicio para desarrollar esta habilidad. La coordinación que necesitamos para sostener un lápiz en nuestras manos no nace con nosotros, sino que, por el contrario, crece con el entrenamiento continuo.

Estamos en una fase delicada de nuestra sociedad donde las generaciones futuras están cada vez más inclinadas a perder acciones de uso común que aún pueden ser útiles en el futuro. El investigador Mario Bellucci incluso ha acuñado el término " analfabetismo motor ", es una fase realmente preocupante a la que debemos prestar la debida atención.

Enseñe a sus niños a dibujar y color. Estimule su imaginación y curiosidad sobre el mundo y sobre cosas simples pero sobre todo analógicas.

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