Los tiempos han cambiado en comparación con hace cuarenta años, pero la madre siempre es la madre. Solo que la maternidad se vive de manera diferente.

La década de 1980 fue la era del auge demográfico. Los patios de los edificios y los parques estaban llenos de niños y, gracias a las condiciones económicas y laborales más estables, las familias eran ciertamente más numerosas que hoy . La gente tenía hijos mucho antes que en el pasado, ya los treinta años no era raro ver parejas con al menos dos hijos. Hoy, sin embargo, este ya no es el caso: la edad promedio ha aumentado y el primer hijo también se concibe alrededor de los 35 años . Y, muchas veces, permanece solo. Como la vida ha cambiado, las personas también han cambiado. Y el comportamiento de las madres.

Las madres de los 80, como las de hoy, tenían muchas cosas en que pensar y que hacer durante el día. Así como las madres de hoy. Obviamente, los niños siempre han sido su primera preocupación y fuente de pensamiento, pero una vez fueron menos aprensivos que los millennials . En los años 80 bajó a jugar debajo de la casa hasta que el almuerzo o la cena estuvieron listos y regresó cuando sintió el inconfundible grito de su madre desde el balcón. Hoy, tal vez también porque los niños son menos y no hay protección grupal, es raro ver a alguien jugando en la calle . Incluso cuando eres niño estás inscrito en cursos de idiomas, canto, teatro, arte, etc. Las madres de hoy tienen cuidado de llenar su día para que ya estén comenzando a entrenar a adultos pequeños y conscientes . Mientras que en los años 80, a lo más fuimos a clases de natación.

En la década de 1980 , los métodos educativos eran muy diferentes . Tomar un buen regaño y pasar un día entero como castigo era algo en la agenda. Hoy, incluso gracias a muchos estudios realizados en el campo, nunca se alza la voz, pero preferimos explicar el motivo de una prohibición o un comportamiento incorrecto.

Si el maestro tenía que quejarse sobre el desempeño o el comportamiento, en casa esperábamos una buena diatriba de oídos. Fue la maestra quien, durante el horario escolar, había criado al niño y había una total confianza por parte de la madre . Hoy existen los grupos de Whatsapp en los que discutimos y siempre queremos participar en la vida de nuestro hijo. ¿Bueno o malo? Como en todo, todo tiene su aspecto negativo y positivo. Pero hay un factor que nunca cambia: el amor de la madre por sus hijos .

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