Aplicar protector solar en verano ahora se ha convertido en un hábito saludable para todos, pero podemos hacerlo aún mejor. Hay partes del cuerpo que están muy expuestas y son más delicadas que otras: los labios, por ejemplo. Los labios, a diferencia de otras áreas del cuerpo, poseen solo una capa delgada de piel y tienden a quemarse y agrietarse fácilmente. Los rayos del sol actúan negativamente sobre el colágeno, la proteína que contrarresta la formación de arrugas y las mantiene turgentes y voluminosas, anticipando la llegada de los signos del envejecimiento y arruinando el perfil de los labios.

Pero no es solo una cuestión de estética. Cuando los labios están agrietados, además de "arder", son propensos a infecciones que luego tardan días en curarse. Además, los rayos del sol no afectan solo en verano, sino durante todo el año: los rayos UVA tienen la misma intensidad los 365 días del año, mientras que los rayos UVB son más intensos en verano porque la tierra en este período está más cerca sol. Además, las quemaduras de los labios pueden a la larga causar la aparición de queilitis actínica, una alteración de la superficie roja de los labios que puede volverse maligna.

Si siempre tiene los labios muy secos y agrietados, es obligatorio protegerlos todos los días. Son los primeros en mostrar signos de deshidratación, ya que no tienen glándulas sebáceas, por lo tanto, pierden una cantidad de agua hasta diez veces mayor que la del resto del cuerpo. El consejo siempre es beber mucha agua, pero si tiene la piel muy seca, debe recurrir a ungüentos a base de vitamina E que mantienen los labios siempre hidratados, incluso por la noche. Primero, sin embargo, es mejor proceder con una ligera exfoliación natural: simplemente frote el aceite de oliva y el azúcar, masajeando ligeramente sin insistir.

Es esencial usar bálsamo labial incluso durante el día, pero no es suficiente. Es mejor aplicar también una manteca de cacao a base de cera de abejas: la cera cristaliza la hidratación en los labios y los mantiene suaves por más tiempo. Si no tiene manteca de cacao, ocasionalmente puede usar un bálsamo labial que tiene una acción hidratante.

Los comportamientos más riesgosos para evitar, especialmente cuando el clima es seco o en verano cuando el sol es mucho más fuerte, son dos: humedecer los labios con saliva y aplicar los brillos labiales durante el día. La saliva y el brillo labial funcionan como una lente, por lo tanto, mejoran la acción de los rayos del sol, haciendo que los labios se sequen y se agrieten en unas pocas horas. Tener una manteca de cacao a mano te permite no equivocarte. Es mejor elegirlo con un alto factor de protección que varía de 15 a 30. La manteca de cacao siempre debe aplicarse antes del lápiz labial, incluso cuando este último garantiza la protección solar. Los labios permanecerán más protegidos e hidratados. En lugar de brillo labial, elija un lápiz labial con acabado mate y opte por el brillo labial solo por la noche.

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