Una planta con flores de la familia Asteraceae, el diente de león es un excelente remedio natural para purificar y desinflar.

También conocido como diente de león, achicoria silvestre y de muchas otras maneras, el diente de león tiene diferentes propiedades medicinales, conocidas desde la antigüedad. Pero, sobre todo, es un diurético y un purificador efectivos: cuando se siente estreñido, o junto con cambios de estación cuando es necesario eliminar toxinas, la medicina herbal recomienda beber tés de diente de león. Y así, cuando desea compensar una comida que es demasiado rica en grasas, un poco alcohólica, o cuando sufre de estreñimiento.

Debido a que es precisamente la capacidad de purificación, la propiedad más importante del diente de león: beber té de hierbas a base de esta planta protege el hígado, previene la aparición de enfermedades como los cálculos (del hígado, pero también de la vesícula biliar y el tracto biliar) y repara su fatiga en tiempos de extravagancia, y en caso de que la dieta sea pobre en agua y verduras. Además, actúa como un método terapéutico para la gota, insuficiencia hepática, estreñimiento, hipoacidez gástrica, trastornos digestivos, flatulencia, sensación de plenitud. Se puede hacer tomando el diente de león en forma de té de hierbas o, cuando el propósito es curativo, se pueden usar productos farmacéuticos, por consejo de su médico, para determinar exactamente cuántas moléculas farmacológicamente activas se están tomando. Las formas más comunes de ingesta son, de hecho, tabletas y decocción (una cucharadita de raíz por taza de agua).

Otra función importante que desempeña el diente de león es la diurética: se opta por el extracto líquido, por el jugo obtenido por el prensado de las hojas secas o por la infusión, es posible, especialmente si aumenta la cantidad de líquidos tomados. La dieta: estimula la diuresis, obtiene una acción drenante y purificante y mejora las enfermedades urinarias infecciosas de menor magnitud (además de combatir la celulitis y la retención de líquidos).

Finalmente, con el diente de león se reducen los niveles de colesterol malo en la sangre, se contrastan los picos glucémicos y se baja la presión arterial: su jugo, de hecho, estimula la producción de insulina y mantiene el nivel de azúcar en la sangre correcto, evitando así la diabetes y ayudar a los que padecen diabetes ya sufren.

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