Qué es

El genograma es un diagrama en el que se representa esquemáticamente la información sobre la familia y los vínculos afectivos y relacionales de una persona. Propuesto a finales de los años 70 del siglo pasado por el psiquiatra estadounidense Murray Bowen, es una herramienta utilizada por psicólogos y psicoterapeutas para comprender el funcionamiento mental de sus pacientes. El genograma incluye vínculos, separaciones, hechos ocurridos en el seno de la familia así como descripciones brindadas por el paciente, anécdotas, valores. El genograma puede incluir información de una o más generaciones, en base a cuáles y cuántas son relevantes en relación a los temas a tratar.El genograma en sí es un dibujo simple pero tiene una gran importancia porque sirve para sacar recuerdos, malestares, conflictos nacidos en el entorno familiar del paciente. Al construir el propio genograma, de hecho, la conversación entre terapeuta y paciente permite que surjan elementos importantes que serán útiles para que el terapeuta establezca o continúe la terapia y para que el paciente aumente su autoconciencia.

Cómo hacerlo

Un genograma es un dibujo en el que se representa el árbol genealógico de dos o tres generaciones. Para hacerlo, por tanto, bastan una o varias hojas de papel y un simple bolígrafo. Hay algunas indicaciones generales para su compilación, de forma que su interpretación sea más inmediata y sencilla. Por ejemplo, las mujeres de la familia se indican con círculos, mientras que los hombres se representan con cuadrados; las líneas horizontales unen a las personas que tienen un vínculo sentimental entre ellas, las verticales indican los hijos nacidos de las distintas parejas.Las anécdotas, consideraciones y reflexiones se indican como notas sobre los símbolos a los que se refieren. El genograma generalmente se compila junto con su terapeuta y se usa como una herramienta para su propio viaje o incluso para viajes en pareja, creando un genograma conjunto entre dos personas. Al compilar el genograma, se pueden utilizar una o más hojas, ocupando todo el espacio de la hoja o solo una pequeña parte de ella; la orientación del papel puede ser vertical u horizontal.

Rellenar tu propio genograma es por tanto una operación sencilla desde un punto de vista práctico, pero no se puede decir lo mismo de los aspectos emocionales y su interpretación. Analizar la propia situación familiar significa, de hecho, investigar las diversas relaciones y la relación con la figura materna y paterna, con los hermanos, hermanas y demás miembros de la familia. En la elaboración del genograma pueden surgir causas del pasado, ligadas a la historia familiar, que den lugar a problemas en el presente, en la vida adulta.Por ejemplo, un hombre que ha tenido una o más hermanas dispuestas a cuidarlo puede darse cuenta de que hoy espera un cuidado excesivo de su pareja; una mujer que ha estado cuidando a un hermano menor puede ser demasiado cariñosa. Si los dos establecieran una relación entre ellos como adultos, crearían una especie de "vínculo perfecto" , pero definitivamente problemático. Durante la redacción del genograma, uno puede entonces darse cuenta del "papel" que ocupa y puede recordar agradables pero también dolorosos, vinculados a conflictos, separaciones, pérdidas y duelos o incluso relacionados con desequilibrios en las diversas relaciones. La carga emocional, por tanto, puede ser muy alta, sobre todo si no tienes conciencia, porque nunca has investigado a fondo los problemas de tu núcleo familiar.

Para qué sirve

El genograma se utiliza para fotografiar la historia familiar y recopilar la mayor cantidad de información posible sobre la familia del paciente, donde a menudo se originan los problemas que se arrastran en la edad adulta.De hecho, muchas veces en la vida adulta se tiende a repetir patrones, roles, mecanismos aprendidos dentro de la familia y esto puede ser positivo o negativo. Situaciones como infidelidades, separaciones, adicciones, abusos, por ejemplo, pueden transmitirse de generación en generación, en una especie de bucle. En cualquier caso, la tarea de interpretar el genograma es del terapeuta, que lo utilizará como herramienta para realizar un diagnóstico o montar su propia intervención. Además de la información obvia, de hecho, el terapeuta tiene la tarea de observar lo que no llama la atención de inmediato: cómo se ha orientado la hoja, cuánto espacio en la hoja se ha utilizado, el tamaño de los símbolos o incluso el El trazo con el que escribes, puede brindar información importante sobre quién compila su genograma.

Si el terapeuta es una persona curiosa y empática, el paciente, la pareja o la familia pueden obtener una gran ayuda al recopilar e interpretar el genograma y aprender a desarrollar la conciencia pero también la compasión hacia uno mismo y hacia los demás miembros de la familia.Además, gracias a la información obtenida del genograma, será más fácil para el terapeuta establecer un camino eficaz y personalizado para el paciente.

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