Cómo lidiar con eso

Obtener una mala calificación en la escuela puede ser desalentador y la ansiedad de tener que ponerse al día o comunicárselo a los padres empeora la situación. Sin embargo, desmoralizarse y entrar en pánico no es una buena idea, y hay maneras mucho mejores de lidiar con una tarea o pregunta fallida. En primer lugar, es bueno reducir lo que pasó: un voto no define quiénes somos y no marca indeleblemente nuestro camino. Tener una mala nota no significa que seamos inútiles o que el curso escolar esté comprometido, por lo que no es necesario vivir esta experiencia como un drama.Una mala nota le puede pasar a cualquiera durante la escuela.

Por el contrario, puede servir como punto de partida para analizar la situación en su conjunto y evaluar los motivos por los que no hemos conseguido el objetivo. Sentir pena por uno mismo, metafórica o literalmente, enfadarse o mortificarse no sirve de nada. Preguntar el motivo de una mala nota es en cambio muy importante tanto para afrontarla como para recuperarla. Tal vez la insuficiencia vino porque no estudiamos, tal vez le dimos prioridad a otra cosa o pasamos por un mal período o la mala nota depende de no haber entendido los conceptos clave o de que nos abrumó la ansiedad. En base a las respuestas, también se buscará la manera de lidiar con la mala nota, recuperarla y poder avisar a los padres.

Cómo recuperar

Para poder recuperar una mala nota primero debemos analizar qué llevó a una insuficiencia. Generalmente hay tres razones por las que sacas una mala nota: estudiaste poco o nada, no entendiste la materia o te pilló un vacío total durante el trabajo o pregunta.Luego analizamos la situación, evaluando cuánto tiempo hemos dedicado a estudiar, si este tiempo ha sido rentable o no y qué sucedió durante la tarea o pregunta.

Si hemos descuidado nuestros estudios y priorizado amigos o actividades extraescolares o si no hemos sabido aprender los conceptos, es posible que el cansancio tenga "la culpa" . Para no repetir la experiencia negativa, quizás convendría revisar la organización del tiempo, asegurándose de encontrar un equilibrio entre el estudio y el tiempo libre. Cuando durante un cierto periodo de tiempo pasas mucho tiempo leyendo libros sin descansar lo suficiente, es posible que pierdas la motivación, la concentración y que estudiar se vuelva casi imposible. En este punto cualquier distracción te aleja de lo que estás estudiando. Tomar un descanso antes de volver a estudiar el tema puede hacer que sea más fácil recuperar tu calificación.

Si, por el contrario, la insuficiencia deriva de la f alta de comprensión del tema o de algunos conceptos clave, lo ideal es confrontar al profesor o profesor, pidiéndole que nos explique lo que no está claro.En este caso también es muy útil comentarlo con compañeros que van bien en la materia en la que sacamos una mala nota, sobre todo si no logramos sintonizarnos con el método de enseñanza del profesor.

¿Qué hacer si en cambio habíamos estudiado bien pero en el momento de la pregunta hicimos una escena de silencio? Si te ha abrumado la ansiedad, tanto que no puedes exponer conceptos que han sido bien estudiados y durante mucho tiempo, necesitarás trabajar en el manejo de tus emociones. Aprender a gobernar los pensamientos y las emociones es muy importante para tener éxito en los estudios y existen algunas técnicas sencillas de respiración y remedios naturales para la ansiedad que pueden ayudar mucho. Por ejemplo, ante una pregunta no es buena idea recordar que no sabes nada y que no has estudiado lo suficiente: respirar y centrarte unos minutos en tu respiración ayuda a ahuyentar estos pensamientos contraproducentes. Para poder mantener la calma y la concentración sin dejarse llevar por la agitación, es muy útil recurrir a las infusiones a base de aceite esencial de lavanda o manzanilla y melisa.

Una vez que hayamos analizado las causas detrás de la mala calificación, sabremos qué llevó a reprobar y podremos volver a los libros sabiendo qué hacer para recuperarnos.

Cómo decírselo a tus padres

Comunicar una mala calificación a los padres puede ser difícil, porque tiene miedo de decepcionarlos y tiene miedo de su reacción negativa. A todos les cae la tentación de ocultar la mala nota, pero no es buena idea: de todos modos se enterarían y sería peor. Definitivamente es mejor decir la verdad, teniendo en cuenta que incluso los propios padres seguramente habrán tenido una experiencia similar cuando eran jóvenes. Además, su juicio no cambiará solo por una mala calificación.

Para decirles a los padres que sacamos una mala nota, les explicamos qué salió mal. Si hemos analizado los motivos que llevaron a tener una insuficiencia, sabremos perfectamente qué decirles a los padres. Desde su punto de vista, ver que ya hemos evaluado nuestros errores demostrará madurez y disposición para corregirlo, por lo que los tranquilizará y hará que la verdad sea menos amarga.

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