madres que dejan a sus hijos

¿Qué significa ser una familia hoy? Son muchos los interrogantes, dudas, complicaciones y cambios propios de nuestra sociedad. Entre todas aquellas personas que eligen permanecer juntas por el bien de sus hijos y las que ni siquiera lo intentan, entre los hombres que abandonan el techo conyugal, dejando atrás situaciones más o menos complicadas, y las mujeres que no pueden ni decir en voz alta estar cansadas, o peor aún, arrepentirse de haberse convertido en madres de familia. Porque en ese caso entonces sí que no son dignas de ser consideradas madres. Porque entonces sí, hasta una sola frase puede convertirse en un caso mediático.

Y encontramos un caso mediático, o más bien tres. Las historias de mujeres que han optado por no vivir más con sus hijos y han sentido alivio. Mujeres que han recuperado su vida, su esencia, desprendiéndose de ese rol que condicionaba toda su existencia. Quienes con sus elecciones han cambiado su vida para siempre, no sin juicios y críticas de los demás.

Porque se han convertido en monstruos a merced de estereotipos, prejuicios y clichés. Porque un padre que deja la casa donde viven sus hijos para irse a otra parte y luego empezar una nueva vida es siempre un padre. Una madre que elige irse es solo un monstruo. Y es de estos "monstruos" que Last Taboo, el breve y provocador documental de Chloe White, ha contado las historias. Las historias, sensaciones y emociones de tres mujeres que han vuelto a vivir sin hijos.

El último tabú

Un padre que elige no vivir con sus hijos sigue siendo un padre, en el mejor de los casos su elección se convierte en chismes de bar.Una madre que deja a sus hijos con el padre, en cambio, ya no es digna de ser considerada tal. Es con esta premisa que Last Taboo aborda el tema de la familia, el de los roles y los prejuicios. Lo hace apoyándose en historias reales que han conmocionado al mundo entero.

En este corto documental, tres mujeres se cuentan de manera auténtica y honesta a través de sus vivencias personales, a través de todas aquellas sensaciones y emociones que las acompañaron cuando se convirtieron en madres y cuando optaron por no depender más de ese rol convirtiéndonos en protagonistas de modelos alternativos que aún hoy nos cuesta entender, solo porque son diferentes a los nuestros, solo porque no los conocemos.

María, Rebeca y Nataly

El documental cuenta la historia de María, una mujer que sintió que era su deber, más que su voluntad, convertirse en una esposa impecable y una madre perfecta. Y sin embargo, a pesar de que ese sueño autoinducido se había hecho realidad, sentía que había perdido algo, su libertad.Y a esta perenne insatisfacción pronto se unió el mayor dolor de su vida, la pérdida de su pequeña, que murió a los 3 años a causa de un cáncer. Fue en ese momento que María decidió dejar a su marido, para volver a vivir sola. Es desde ese dolor que se ha abierto la oportunidad de volver a ser mujer, y ya no madre. Los demás no la entendieron y la juzgaron.

“Definitivamente me sentí juzgada como madre” – dijo Nataly – “Me dijeron que debía esterilizarme y nunca volver a tener hijos“.

Rebecca es la segunda protagonista del documental Last Taboo. Su historia de infelicidad comenzó cuando conoció al que creía ser el amor de su vida. Habiendo quedado embarazada a la edad de 23 años, la mujer optó por dejar Londres y mudarse a Estonia, en su país natal. Pero ese sueño que poco a poco se fue haciendo realidad se convirtió en una pesadilla. Con el nacimiento del bebé, las cosas no mejoraron, por lo que Rebecca optó por dejar la ciudad, su pareja y su bebé para empezar de nuevo.Pero no ha abandonado a su hijo, con quien hoy tiene una relación maravillosa. Sin embargo, nadie ha dejado nunca de juzgarla.

“Es lo más normal y común que los padres no tengan la custodia. Sin embargo, nunca he conocido a una sola mujer que lo hiciera”, dijo Rebecca.

La última historia es la de Nataly, una mujer israelí que creció en Estados Unidos. Soñaba con realizarse profesionalmente pero, como muchas otras mujeres, sentía el peso de tener que convertirse en esposa y madre para ser considerada una mujer completa. Entonces, empujada por su familia, se casó con un hombre al que no amaba y se convirtió en madre de dos hijos. Esto no ha cambiado nada, sin embargo, y de hecho ha empeorado ese creciente sentimiento de insatisfacción que experimentan todas las personas que viven una vida que no les pertenece. Al final, Nataly no pudo más. Optó por dejar la casa y la custodia de sus dos hijos, de 6 y 4 años, a su pareja. Continuó cuidando, teniendo citas y amando a sus hijos, pero también aprendió a convertirse en la mujer que quería ser, y ya no solo en la madre y esposa que otros querían.Y no, ella tampoco fue entendida.

“Me dicen cada vez molesto: ¿Qué quieres decir con que no tienes cuidado de niños? Este es uno de los últimos tabúes”, dijo Nataly.

Last Taboo, el aleccionador documental

Corto pero intenso, Last Taboo es el provocativo documental que inevitablemente nos hace reflexionar sobre el presente y el futuro, sobre todos los tabúes que preocupan a la sociedad y que nos involucran especialmente a las mujeres. Y el de la paternidad ciertamente lo es.

María, Rebeca y Nataly contaron sus historias con valentía y honestidad, lo hicieron con generosidad sin escatimar en todos esos matices que muchas veces no logramos comprender. Sin embargo, por seguir sus corazones, fueron juzgados y marginados, fueron considerados monstruos.

Entonces es inevitable preguntarse por qué los hombres, que representan la menor parte de los padres que tienen la custodia, no reciben el mismo trato. Un trato que en el caso de las mujeres se convierte en un estigma.

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