no sexo pero sí sexting adolescente

La pandemia ha llevado a muchos a encerrarse en su "guarida" y comunicarse con el mundo solo digitalmente: nos hemos acostumbrado a estudiar a distancia y ver amigos solo en video. El confinamiento y el toque de queda parecen haber terminado por fin, pero dos años de mascarillas, prohibiciones y aislamiento han dejado su huella.

Emociones para proteger (y explorar)

Acercarse a los demás, para alguien, puede haberse vuelto difícil. Y, por lo tanto, es menos estresante mantener las emociones y el corazón acelerados en los caminos protegidos de los chats en línea o las aplicaciones de mensajería. Y eso es completamente normal.

Intercambiar mensajes calientes (sexting, del inglés sex + texting) con algunos "amigos especiales" te da una emoción gratificante, tanto porque es un pequeño secreto como porque te hace sentir libre y deseada, sin tener que necesariamente sentirse ocupado.

Tus pensamientos y tus fantasías se satisfacen con las respuestas de admiración y tentación de los chicos que chatean contigo: es solo una de las muchas formas de experimentar la sexualidad y la relación con tus cuerpos, lo que haces es parte integral de fase normal de construcción y descubrimiento de su identidad.

Si te gusta, te resulta agradable e interesante, y no te molesta, nada te impide seguir comunicándote así. Lo importante es que siempre haya confianza y consentimiento: diviértete sin olvidar las reglas del buen sexting (donde por bueno también entendemos seguro).

Cuidado con las señales de advertencia

Al respecto, hay algunas señales de advertencia a las que debes estar atento: si tu pareja te obliga a hacer algo que no quieres, tal vez diciendo "no seas una niña" , siente libre de negarse.Si te piden que agregues a otros chicos en el chat, déjalo porque están tratando de convertirte en una "diversión" colectiva.

Si te amenazan con difundir tus fotos en las redes sociales, habla claro e infórmales de que es un delito (es un chantaje real, sancionado con prisión de 1 a 6 años y multa de 5.000 a 15.000 euros). Y recuerda: tú estableces tus propios límites, si algo te hace sentir incómodo o el juego va demasiado lejos, siempre eres libre de decir que no y retirarte, en cualquier momento.

Sexo y amor en la vida real

Pero también hay otras señales a las que prestar atención: son las que provienen de tipos reales, con las que no tienes ganas de interactuar en este momento. Puede que incluso por ahí haya personas que te den escalofríos y te hagan sentir deseada, que te hagan redescubrir las ganas de tocar y experimentar hasta el lado más físico de la sexualidad. Virtual y real: una cosa no excluye a la otra, y es justo que escuches tus necesidades del momento.

Cuando te sientas preparado, regálate una salida con alguien, quizás con otros amigos, para un aperitivo de charla y risas, para redescubrir ante todo el deseo de estar juntos alrededor de una mesa o en un banco. El resto, poco a poco, vendrá solo.

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