Charlene de Mónaco, Carolina toma su lugar y los niños están tristes

Charlene de Mónaco no lo logró y también se perdió las celebraciones de la fiesta de Santa Devota, patrona del Principado, dejando a los mellizos, Jacques y Gabriella solos con su papá una vez más. Por suerte Carolina está a su lado, pero por el abrazo que se han dado, evidentemente la tía no es suficiente para llenar el vacío.

Charlene de Mónaco deja solos a sus hijos en la fiesta de Santa Devota

Para Jacques y Gabriella fue el primer abrazo de Santa Devota sin su madre, Charlene de Mónaco.La Princesa sigue hospitalizada en una clínica suiza para recuperarse del estado de debilidad físico-mental en el que la ha dejado la grave infección. Se dice que pesa sólo 46 kilos.

Entonces, Charlene, que acaba de cumplir 44 años sola, no pudo ayudar, por primera vez desde su nacimiento, a su hija Gabriella a encender el fuego para quemar el barco de Santa Devota. En su lugar estaba Carolina de Mónaco, quien está reemplazando a Charlene tanto en la vida privada como en la vida pública. Alberto está recibiendo una gran ayuda de ambas hermanas en el manejo de sus hijos separados de su madre desde hace casi un año.

Así que mientras Carolina cuidaba a su nieta, Alberto al otro lado de la barca ayudó al pequeño Jacques a prenderle fuego a la barca, prendiendo fuego a las ramas y follaje, como manda la tradición. Con ellos estaba Louis Ducruet, hijo de Stéphanie.

Carolina de Mónaco sustituye a Charlene

Mientras los hijos de Carolina estaban fuera. De hecho, Charlotte Casiraghi está en París para la semana de la Alta Costura donde desfiló a caballo para Chanel, así como Pierre Casiraghi que acompañó a su esposa Beatrice Borromeo a Dior. Alrededor de Andrea, en cambio, hay un pequeño misterio. De hecho, según un testigo anónimo, cuyas declaraciones recopiló la revista 20 Minutos, el hijo mayor de Carolina fue visto en Suiza, cerca de la clínica donde está internada Charlene de Mónaco, quizá encargado por Alberto para organizar el regreso a casa de la esposa. Pero evidentemente no fue así, ya que la Princesa no se presentó en el Principado.

Charlene de Mónaco, los niños están tristes

Mientras tanto, Jacques y Gabriella parecen haberse divertido en la fiesta, aunque la ausencia de su madre evidentemente empieza a pasar factura. Los niños, que cumplieron 7 años en diciembre pasado, no mostraron su alegría habitual, aunque Gabriella abrazó a su hermano con fuerza y exuberancia.Sus rostros me traicionaron un velo de tristeza.

La pequeña estaba muy linda con pelo sintético bluette, boina azul y vestido de tweed. Mientras que Jacques, muy elegante, vestía chaqueta y corbata, como un auténtico príncipe.

Charlene de Mónaco

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