¿Quieres enseñarle a tu hijo a andar en patines? Aquí está la actitud correcta, a través de cinco consejos prácticos.

La primavera en la puerta, con su hermoso sol y sus largos días, desencadena el deseo de estar al aire libre, especialmente entre niños y adolescentes. Hay quienes juegan al fútbol, los que andan en bicicleta y los que prefieren ir en patines. Además, los patines son un símbolo de libertad : te permiten acelerar a lo largo de carriles para bicicletas y parques, organizar tardes inusuales con amigos, practicar deportes mientras te diviertes. Decathlon ha pensado en ellos, para niños de entre 8 y 16 años, y lo ha hecho con su selección de rodillos: ajustables a cuatro tamaños y, por lo tanto, utilizables incluso durante dos o tres años consecutivos . Similar en concepto a la bota de esquí, cada rodillo consta de cuatro ruedas y un gancho micrométrico. Pero, ¿cómo aborda a su hijo de manera segura en esta actividad?

Enséñele la importancia de las protecciones.

Antes que nada, es esencial enseñar a sus hijos a patinar de manera segura . Elegir un casco hermoso, ligero y resistente, combinándolo también con protecciones adecuadas para muñecas, codos y rodillas, es fundamental: solo al protegerse bien, el niño puede disfrutar de la diversión. Es aconsejable elegir protecciones que puedan garantizar la libertad de movimiento además de la seguridad. Y si no quieren usarlos, recuérdenles que incluso los superhéroes, después de todo, ¡usan armadura!

Primero lo básico

Bien equipado con todas las protecciones y con sus rodillos en los pies, el niño está listo para comenzar a patinar. Enséñele primero a proceder hacia adelante, levantando un pie y luego el otro, y solo entonces introdúzcalo en la curva y en el frenado. Cuando haya aprendido lo básico, podrá probar suerte en evoluciones más atrevidas, utilizando lo que ofrece el mobiliario urbano (siempre que esté a su alcance, por supuesto): paredes, escalones, toboganes de hormigón.

Ten paciencia

Cuando haga que su hijo se ponga los rodillos por primera vez, armado con mucha paciencia: si no puede hacerlo de inmediato, si no tiene ganas de aprender una evolución, no insista. Es importante que te familiarices con los patines y que no te sientas mortificado ante el primer fracaso. Aproveche este momento para crear una agradable complicidad con él, y nunca olvide que, aunque tiene muchos beneficios, para un niño ir en patines es sobre todo divertido.

En la calle, recuérdele que respete las reglas.

Enséñele a su hijo que no solo debe prestar atención a su seguridad: si elige patinar en la calle, de hecho, tendrá que lidiar con otras personas, perros y los diversos obstáculos que ofrece cada ruta . Presente el código de la autopista y enséñele cómo respetar los semáforos, los peatones, los cruces peatonales y la dirección de viaje. Incluso si, pudiendo elegir, sería mejor llevar al niño a patinar en espacios grandes y menos concurridos que no presenten obstáculos como: señales de tráfico, botes de basura, postes.

No lo llames continuamente

Supervisar a su hijo mientras se familiariza con el rodillo, incluso cuando tenga más experiencia, para una madre es indispensable. Sin embargo, resista la tentación de repetir constantemente para tener cuidado, no para hacer esto o aquello: patinar para un niño también es una forma de ganar autonomía, seguridad y confianza en sí mismo. Aliéntelos a no darse por vencidos y a levantarse siempre después de una caída: será una actitud que se seguirá de por vida.

En colaboración con Decathlon

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