Desde Marilyn Monroe hasta Brigitte Bardot, desde Sharon Stone hasta Blake Lively, las rubias siempre han llamado la atención, especialmente las morenas. Si usted también está a punto de pasar de morena a rubia, prepárese para seguir algunos consejos para no arruinar su cabello, sino también para comprender la importancia "epocal" de tal evento. Será como pasar del negro de Katy Perry al platino de … Katy Perry. Una revolución que ha golpeado a muchas celebridades de Hollywood como la bella y súper morena Ann Hathaway, quien hace unos años decidió cambiar completamente su aspecto, junto con Julia Roberts, Kristen Stewart y Emma Stone.

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En primer lugar, si llega tarde, sería mejor proceder gradualmente. Es mejor pasar de unos reflejos rubios, a uno rubio oscuro, hasta el aterrizaje al rubio platino: esto se acostumbra a, para comprender cómo adaptar el maquillaje y también el atuendo. Pero también sirve tu cabello. Para cambiar a rubio necesitas blanquearlos y esta es una operación que, si no estás muy convencido, sería mejor evitarlo.

De hecho, el blanqueo debe ser realizado por los expertos porque es una operación que podría dañar el cabello y hacer que se vuelva frágil, seco e incluso opaco. Además, el blanqueamiento debe repetirse para alcanzar el nivel de aligeramiento que desee, y este proceso aumenta el riesgo de dañar el cabello. Si tiene el cabello debilitado, el consejo es posponer el cambio de aspecto y tener un buen cuidado tónico basado en máscaras y productos específicos.

Para evitar el riesgo de obtener un color amarillento o descolorido, es mejor respetar los tiempos de colocación: la oxidación requiere tiempos muy específicos. Nunca tengas prisa cuando se trata de decoloración: obtendrás un color aproximado y desagradable frente a un estrés considerable en tu cabello.

Una vez blanqueado, debe prepararse para controlar el nuevo crecimiento : debe tenerse en cuenta el ajuste constante del peluquero, pero no puede suceder tan a menudo como cree y el resultado puede no ser satisfactorio. Sucede que el color no es perfectamente homogéneo, por lo que es mejor elegir el degradé desde el principio, para tener mucha luz, pero también contrastes mitigados y armonizados.

Tanto antes como después del blanqueamiento, el cabello debe ser sostenido y tratado con productos específicos para evitar que sufra estrés de inmediato. Las cremas, los paquetes naturales, las máscaras e incluso los alimentos específicos siempre son bienvenidos.

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