Los fracasos son parte de la vida y la naturaleza humana, estos son los que nos dan la fuerza y el coraje para crecer, mejorar y ganar, nuestros miedos y nuestros demonios.

Lo que a veces sucede, sin embargo, nos desestabiliza y, en lugar de aceptar un fracaso, vivirlo y comenzar de nuevo nos sentimos derrotados por la vida, siendo inevitablemente víctimas pasivas de los acontecimientos.

Esto nos catapulta a un círculo vicioso hecho de juicios severos que nos damos a nosotros mismos, solo porque hemos perdido sentimos que somos fracasos y vivimos la regresión de nuestra vida.

Y es precisamente en esta delicada fase donde está el secreto de todo: aceptar el fracaso significa crecer, no perder, avanzar y no retroceder o peor, quedar inmovilizado en esa situación durante años o incluso para siempre.

El juicio que una persona se basa en sí mismo y en la situación que está experimentando puede volverse realmente peligroso. Lo que nunca debemos olvidar es que somos personas libres y, como tal, podemos y debemos tomar decisiones conscientes para nuestra felicidad.

La felicidad es ciertamente un concepto efímero, pero solo al encontrar el equilibrio interno entre nuestro mundo y el mundo que nos rodea podemos alcanzar la paz mental y espiritual, y en ese punto, nadie podrá detenernos.

El primer paso para alcanzar esta conciencia es aprender a concebir la derrota como un nuevo comienzo, porque solo al perder podemos renacer. Porque es solo al perdernos a nosotros mismos, podemos encontrarnos a nosotros mismos.

La victoria y la derrota son dos caras de la misma moneda, diametralmente opuestas pero necesarias para completarte a ti y a tu vida.

Si fallas, no es un drama: la verdadera derrota es rendirte a los eventos que te han abrumado. Si juzgas tu vida y a ti mismo de manera negativa, nunca estarás predispuesto a nada bello y nuevo en tus días.

Debido a que el fracaso en este sentido puede ser la mejor manera de comenzar de nuevo, depende de usted aceptarlo y atesorar lo que ha sido y lo que será, crecer.

La vida te enviará señales, pero solo un alma predispuesta puede atraparlas, elige hacerlo y te volverás invencible.

Categoría: