Diabetes, campanas de alarma: descubre los síntomas

Mantener un estilo de vida activo es importante para la salud de todos a cualquier edad, tanto para individuos sanos como para personas con enfermedades específicas, especialmente si son crónicas, como la diabetes.

Introducir una caminata rápida en su rutina, con un ritmo y una frecuencia variables en relación con el nivel de entrenamiento y las condiciones personales, le permite mantener el nivel de glucosa en sangre bajo control y contrarrestar el nacimiento y el desarrollo de diabetes.

Este tipo de actividad física ofrece numerosas ventajas sin costo, solo tener un buen par de zapatos, estar motivado y, sobre todo, constante. Para hacerlo más agradable y tener un efecto significativo en el estado de ánimo, puede optar por caminar en un lugar particularmente agradable, tal vez en contacto con la naturaleza, aprovechando la llegada de los días soleados, junto con un amigo o con música.

Los efectos positivos son muchos, desde la reducción de la grasa abdominal hasta la mejora del metabolismo, hasta la reducción del colesterol malo en la sangre y, un elemento importante para los diabéticos, un efecto hipoglucémico . El ejercicio estimula la entrada de glucosa en las células musculares, incluso durante la fase de reposo, y disminuye las inyecciones de insulina necesarias u otros tratamientos alternativos en terapias relacionadas con esta afección.

Los predispuestos sufren de una condición llamada hiperglucemia, que es una alta presencia de glucosa en la sangre, porque la insulina, cuya tarea y hacer que ingrese a las células, no está lo suficientemente presente y se crea un estancamiento.

Cuánto y cuándo caminar debe establecerse en función de la condición personal de cada uno (edad, entrenamiento previo y otras patologías), pero generalmente 3 sesiones de aproximadamente 30 minutos a la semana son suficientes cada dos días si es posible. El efecto del ejercicio aeróbico, caracterizado por poco esfuerzo pero prolongado en el tiempo, sobre la insulina, dura de 24 a 72 horas y aumenta según la intensidad, por lo que mantener un ritmo constante conduce a mejores resultados. Según un estudio de Nueva Zelanda realizado por la Universidad de Otago y publicado en la revista Diabetologia, sería mejor, para un mayor efecto sobre la glucemia, dar una caminata rápida de 10 minutos después de las comidas principales.

La diabetes es una enfermedad que se ve muy afectada por el estilo de vida, por lo que la Asociación de Diabetólogos ha recomendado la educación del paciente durante muchos años, además de la terapia con medicamentos. Ambos deben ser personalizados específicamente de acuerdo a las necesidades y condiciones físicas de cada uno.

Aquellos predispuestos o que ya lo padecen deben cambiar sus hábitos alimenticios y motores, aprender a tomar medicamentos correctamente y controlar su nivel de azúcar en la sangre. Las renuncias drásticas no son necesarias, solo aplique algunos pequeños trucos sugeridos por el médico, como la reducción de azúcares simples y la introducción de actividad física moderada. Cuantos más pacientes estén conscientes e informados, más saludables y expuestos a un menor riesgo de complicaciones.

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