Planchado, cocina y limpieza: las tareas domésticas son algo que aprender, en primer lugar, en la escuela.
Los administradores escolares del colegio de Vigo, ubicado en España, en la provincia de Pontevedra, están convencidos de ello . Aquí, todos los miércoles por la mañana, todos los estudiantes varones toman una lección de economía doméstica. Aprenden a sobrevivir solos en casa y hacen todas las actividades necesarias para que sea habitable: desde la limpieza hasta la lavandería.
Una iniciativa que se ha discutido y que también estimula el debate en nuestro país. Porque si hablamos cada vez con mayor frecuencia de la igualdad de género, pero en realidad dentro de los muros de la casa, las mujeres realizan cada vez más tareas domésticas. Cuando se trata de las tareas domésticas, la igualdad de género tiende a desvanecerse y las novias, madres y abuelas tienen toda la responsabilidad de cuidar el hogar.
Por esta razón, en España han considerado conveniente incluir entre las materias escolares también algo que podría empujar a los niños a que ya no vean algunas actividades como puramente femeninas. Una forma de enseñar a las generaciones futuras a compartir tareas domésticas con sus compañeros.
Los niños que participan en el programa tienen alrededor de 15 años y asisten al segundo año de la escuela secundaria. Además de temas como química avanzada, teatro, matemáticas y geografía, también hay actividades muy especiales. Aprenden a cocinar, planchar y coser, siguen cursos para usar de la manera correcta los electrodomésticos, desde el lavavajillas hasta la lavadora, saben cómo cambiar una toma de corriente y usar el taladro.
Al final del año, los niños tienen todas las habilidades para el hogar para pasar entre las cuatro paredes y hacer su contribución. La iniciativa nació hace cuatro años tras una propuesta de Carmen Pomar Tojo, concejala de educación en Galicia. "Para nosotros, la responsabilidad doméstica es fundamental, como lo son los valores familiares, el respeto a las personas y la solidaridad", explicó a Vanity Fair . En los últimos años hemos reunido tantos éxitos que nuestros estudiantes están muy felices de aprender las tareas del hogar. Muchos ya pueden, otros tienen más dificultades y mejoran gracias a nuestra ayuda. Pero todos admitieron que finalmente habían entendido el trabajo de sus padres y querían hacerse más independientes ".