Dieta y acné: qué comer y qué evitar

¿Qué es el acné?

El El acné es una inflamación de la piel que se desencadena por una serie de múltiples factores, entre los que también encontramos desequilibrios nutricionales. Generalmente es una condición típica del período adolescente, pero puede continuar o surgir incluso en la edad adulta o incluso presentarse en el período neonatal. La base del problema se remonta a una inflamación de las glándulas pilosebáceas, debida a una producción excesiva de sebo que puede provocar la obstrucción de los poros con la consiguiente proliferación incontrolada de bacterias.El sebo es producido por la piel para hidratarla y protegerla de los agentes atmosféricos externos y para combatir la deshidratación de las capas más superficiales (epidermis). Alrededor de los 10-12 años se produce la máxima producción de sebo, y también es el momento en el que el acné estalla con mayor fuerza. De hecho, esta sustancia grasa se acumula, genera infecciones e inflamaciones que dan vida a las típicas espinillas. En realidad, antes de que se forme una pústula o un grano, debe formarse un tapón de sebo, que se denomina comedón. Este luego se oxida y se une al smog y los microbios presentes en la piel y se obtiene el famoso "punto negro" . Al cabo de un tiempo, este pequeño depósito de sebo y otros componentes puede generar una inflamación localizada y dar vida a la espinilla roja, como bien la conocemos. Este es el camino, en términos sencillos, que lleva a la formación de los molestos granitos que se acumulan en el rostro y concretamente en la zona T (nariz y frente). Pero, ¿qué causa la producción excesiva de sebo? ¿Qué factores contribuyen y cuáles pueden aliviar esta situación inflamatoria?

Las causas del acné

Las causas que provocan la aparición del acné pueden ser tantas y de distinto origen y naturaleza. Pero los más comunes, que se enmarcan dentro de la mayoría de cuadros acneicos, son los siguientes:

  • Desequilibrios hormonales: el sebo, como ya hemos dicho, es producido por una glándula sebácea, que a su vez es controlada por estímulos hormonales. Específicamente, la producción de sebo ocurre en respuesta a las hormonas masculinas (llamadas testosterona), sin embargo, presentes tanto en hombres como en mujeres. Esto no quiere decir que exista un desequilibrio hormonal, sino que simplemente la glándula sebácea “trabaja” en exceso en presencia de estas hormonas. ¿Y cuándo tienes los mayores desequilibrios en los niveles de hormonas sexuales? Precisamente durante los años de desarrollo y adolescencia, por lo que es fácil reconectar los dos fenómenos entre sí.
  • Causas bacterianas: el acné es una condición inflamatoria que se ve favorecida por una bacteria llamada Propionibacterium Acnes que normalmente vive en la piel en condiciones fisiológicas y sin causar problemas de ningún tipo.Sin embargo, si los poros de la piel están obstruidos, esta encuentra el ambiente ideal para proliferar y multiplicarse de forma descontrolada y por tanto provoca la típica inflamación. Además, muy a menudo se da una mano real a las bacterias, tocándose la cara con los dedos y las manos sucias que pueden ser vectores de otras bacterias y suciedad que, por tanto, pueden empeorar el cuadro inflamatorio e infeccioso. Entre los remedios a adoptar se encuentra, de hecho, una limpieza profunda con productos dermatológicos especialmente diseñados para higienizar la piel de la cara y por lo tanto reducir la multiplicación de bacterias.
  • Efecto rebote: a menudo incluso las condiciones a las que se somete la piel pueden provocar reacciones de acné exacerbadas. Basta pensar en el efecto "rebote" que se produce en los meses posteriores a la temporada de verano. Tanto si eres propenso al acné como si no, después del verano puedes ver un aumento en la formación de granos en la piel. Esto se debe al falso efecto beneficioso atribuido al sol y al bronceado.Muchos experimentan una mejoría en el cuadro del acné durante los meses de verano y es cierto. De hecho, los rayos del sol y el agua de mar provocan una reducción del sebo y una reducción de la proliferación de bacterias responsables del acné. Pero, ¿qué pasa cuando regresas? La piel está seca y engrosada y, por lo tanto, la reacción fisiológica del cuerpo humano consiste en la producción de sebo más hidratante. Sin embargo, este tendrá aún más dificultad que antes para salir de los poros y se acumulará provocando la formación de numerosos granos, incluso más inflamados que antes. Siempre es necesario proteger la piel del rostro con protectores solares especialmente elaborados para personas con piel grasa, mixta o con tendencia acnéica.
  • Predisposición genética: muy a menudo puede ocurrir que te preocupes mucho por la higiene de la piel y su cuidado y además sufras acné. Esto sucede debido al componente genético que puede estar en la base de esta condición dermatológica. De hecho, si pertenecemos a una familia que ha sufrido acné, podemos prevenirlo pero será bastante difícil evitarlo.

De esta lista de las principales causas, se excluye un factor que es la nutrición. Esto se debe a que en ocasiones existen opiniones discordantes por parte de la comunidad científica sobre la influencia de los alimentos en los cuadros de acné y por ello hablaremos de ello en un párrafo aparte, teniendo en cuenta esta incierta correlación existente.

Acné y nutrición:

Comencemos por la evidencia que a menudo tienen en cuenta los dermatólogos, dietistas, nutricionistas y expertos en alimentos y que se refiere a uno de los estudios más interesantes que relacionan la nutrición con el acné. De hecho, la influencia de una dieta incorrecta sobre la piel ya era parcialmente conocida y luego fue confirmada por un estudio de 2012 publicado en el Scandinavian Journal of Public He alth, que correlacionó estrechamente la ingesta de alimentos hiperglucemiantes o la ingesta excesiva de leche y derivados, con la estimulación y la producción excesiva de sebo y por lo tanto con un mayor riesgo de acné.Según este estudio, los dos factores que más pueden influir negativamente en la salud de la piel son:

  1. Alimentos hiperglucémicos: son alimentos procesados, envasados pero también completamente naturales, que parecen ser ricos en azúcares simples de fácil asimilación y por ello entre los principales culpables de los aumentos de azúcar en sangre y de los niveles de insulina en sangre. En pocas palabras, se trata de alimentos como snacks, dulces, chocolate que logran influir en el índice glucémico. Por índice glucémico entendemos el valor que expresa cuánto un alimento o comida es capaz de elevar el nivel de azúcar en la sangre. Como consecuencia directa se presenta la hiperinsulinemia, que es una condición desfavorable para todo el organismo, incluido el acné, ya que parece estimular la producción de hormonas andrógenas y los niveles de IGF-1 (hormona del crecimiento), que se mezclan y se presentan en altas concentraciones. en las glándulas sebáceas de la piel, activan la sobreproducción de sebo.Esto da como resultado más granitos y espinillas en tus mejillas, nariz y rostro en general.
  2. Leche, productos lácteos y derivados: son alimentos de origen animal ricos en grasas pero también en proteínas y aminoácidos. Entre ellos se encuentra la leucina, que parece ser capaz de estimular un complejo enzimático particular (mTORC1) capaz de interactuar con los estímulos que subyacen a la aparición del acné.

Entonces, ¿cuáles son los alimentos a reducir en la dieta?

Tomando en consideración la evidencia que se acaba de reportar y las consideraciones de los expertos de la industria, quienes se enfocarían en una dieta tipo mediterránea para combatir el acné, aquí hay otros consejos útiles sobre los alimentos que se deben evitar a diario:

  • Eliminar o al menos reducir el consumo de leche y cremas a base de leche como bechamel, natillas, helados, mousse y preparaciones que impliquen el uso de nata para cocinar tanto en su versión dulce como salada.Evidentemente hay que reducirlos tanto en la preparación casera de los platos como en la compra de productos envasados que puedan contener estos ingredientes.
  • Eliminar o al menos reducir los quesos, los duros como parmesano o grana pero también los más blandos como robiola, crescenza, mozzarella, provola, ricotta, fontina. Estos alimentos deben minimizarse tanto como platos principales como condimentos.
  • Evita los snacks y snacks con alto índice glucémico. Si te atacan las ganas de postre, más que una barra, un snack u otro producto envasado, mejor un cuadrado de fondant.
  • Excluye la margarina y la mantequilla de los condimentos diarios, porque son ricos en ácidos grasos trans que están relacionados con el empeoramiento del acné. Recomendamos utilizar unas cucharadas de aceite de oliva virgen extra crudo al día.
  • Consuma frutas excesivamente azucaradas con moderación, es decir, frutas deshidratadas (higos, ciruelas, albaricoques), pero también plátanos, caquis, uvas, mandarinas, mandarinas, higos.Se debe evitar la fruta en almíbar y confitada y según los últimos estudios también parece la fruta seca, lo que podría aumentar el cuadro inflamatorio.
  • Reducir el consumo de embutidos y alimentos extremadamente grasos ricos en sal.

¿Qué dieta seguir para el acné?

Alimentos ricos en vitaminas (como frutas, verduras y verduras) y alimentos ricos en omega-3 (semillas y pescados como el salmón) no pueden f altar, pero también moléculas vegetales con mecanismos antioxidantes, y alimentos ricos en minerales como magnesio y selenio. La luz verde, por lo tanto, para verduras crudas y cocidas, frutas, cereales integrales, para reemplazar los refinados ya que tienen un índice glucémico más bajo, y pescado. Los omega 3 contenidos en el pescado, las semillas y los frutos secos son de gran utilidad para combatir la inflamación de la piel. Entre los alimentos para comer solo un par de veces a la semana están las carnes magras, los embutidos magros (como la bresaola o el jamón crudo).El agua en abundancia y el té verde son las bebidas más adecuadas para hidratar el cuerpo. Recuerda que la piel es el órgano más grande del cuerpo y como tal necesita mucha agua para mantenerse hidratado y saludable. En cuanto a los métodos de cocción, los recomendados son: al vapor, a la plancha, a la plancha y a presión, evitando definitivamente la fritura.

Otros consejos útiles:

A los consejos alimentarios que acabamos de dar, se suman también el alcohol y el tabaquismo, ya implicados en la aparición de diversas patologías, incluidas las de carácter no cutáneo, pero cardiovasculares y de salud incluso en sujetos jóvenes. Por tanto, hay que eliminar una serie de malos hábitos que suelen acompañar a una dieta no regulada: el tabaquismo, el sedentarismo, los ritmos estresantes, las actitudes que producen ansiedad pueden influir negativamente en los cuadros acneicos. Por lo tanto, se entiende que la dieta antiacné es en realidad un verdadero estilo de vida saludable, que también incluye descanso y relajación mental y física.También hay otra forma de mantener el cuerpo y la piel sanos, y es la actividad física. De hecho, el deporte y una vida moderadamente activa no podían dejar de mencionarse como factores que ayudan al organismo a mantenerse sano y favorecen los mecanismos naturales de depuración y protección de la piel. Incluso caminar, subir escaleras, son actividades que siempre debemos preferir para mantenernos activos y ayudar al cuerpo a mantenerse activo.

Ejemplo de día del acné:

Desayuno200 ml de infusión de bardana y otros extractos de plantas purificantes de la piel + 30 g de frutos secos + 1 kiwi
Aperitivo1 hinojo + 200 ml de infusión elaborada con sus residuos
Almuerzo80 g de arroz integral u otros cereales (espelta o cebada) + verduras cocidas (espinacas, acelgas, achicoria, col) + verduras crudas (lechuga, rúcula, soncino) + 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
Merenda1 taza de kéfir + 1 fruta baja en azúcar
Cena300g de pescado (bacalao, merluza, lubina) o 250g de carne blanca (pollo, pavo o conejo) + pequeña fuente de hidratos de carbono (250g de patatas, 30g de arroz basmati o 60g de pan de centeno) + elección verduras (alcachofas, espinacas, espárragos) + 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra.
Después de la cenaJusto antes de acostarte puedes tomar un trozo de chocolate negro

Contacta siempre con un dermatólogo para tratar los casos más complejos de acné y un nutricionista, para recibir un plan de alimentación detallado y personalizado que respete tus necesidades de salud y te permita tener un cuerpo más sano y más lindo.

Aspectos principales de la dieta

  • La ingesta de alimentos hiperglucemiantes o un aporte excesivo de leche y derivados provoca la estimulación y producción excesiva de sebo y por tanto un mayor riesgo de acné. Por este motivo es posible seguir medidas alimentarias y dietéticas encaminadas a reducir el proceso inflamatorio y la producción excesiva de sebo.

  • La predisposición genética, los desequilibrios hormonales y otros factores exógenos y endógenos son la base del cuadro del acné. Puede que no sea un solo alimento el que intensifique el acné y la producción de alimentos, pero una nutrición adecuada puede ayudar a curar el acné y reducir la inflamación de la piel.

    • Alimentos que se enfocan en reducir los alimentos grasos y refinados que aún son malos para el organismo;
    • Implica la ingesta de agua que permite mantener la piel sana;
    • Elección de frutas y verduras de temporada ricas en fibra;
    • Reducción del consumo de alcohol y tabaco como factores agravantes del cuadro de acné
  • La dieta por sí sola no puede ser decisiva, especialmente en cuadros complejos de acné. Se requiere consulta con un dermatólogo quien podrá indicar una terapia específica dependiendo de la gravedad del problema.

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