La presión es un parámetro muy importante para mantener bajo control, no solo en adultos sino también en niños.

De hecho, los más pequeños pueden sufrir hipertensión e incluso hipotensión, dos trastornos que, si no se tratan, pueden causar complicaciones graves. Especialmente cuando hace calor o en presencia de un cambio de postura muy rápido, los niños pueden experimentar una caída repentina de la presión. Los síntomas suelen ser una sensación de cansancio, mareos, dolor de cabeza y mareos . En este caso, siempre es mejor colocarlo, interrumpiendo cualquier actividad que se esté llevando a cabo e inmediatamente medir la presión.

La hipotensión, al contrario de lo que muchas personas piensan, es un problema que no es infrecuente entre los niños, especialmente en verano, cuando los pequeños tienen que lidiar con el calor, la exposición prolongada al sol, las carreras largas en la playa y nadar en las horas más calurosas. La presión arterial baja también puede ser causada por situaciones emocionales particularmente estresantes, como un susto o un episodio que es particularmente difícil de manejar (como una inyección). Aumentos en el caso de ansiedad, períodos estresantes, deficiencias minerales y vitamínicas.

Que hacer Al igual que con la presión arterial alta, incluso en caso de hipotensión, siempre es mejor contactar a su médico, quien podrá establecer una excelente estrategia para tratar el problema . Además, es esencial actuar con prontitud tan pronto como el niño experimente los primeros síntomas de una caída de presión. En estos casos, es necesario que se acueste y, especialmente si está en un lugar lleno de gente, déjelo respirar un poco de aire fresco.

Seguir los análisis y una visita exhaustiva permitirá establecer cuáles son las causas de la presión arterial baja y resolver el problema. La ayuda también puede provenir de la dieta, consumiendo alimentos que ayudan a vencer la hipotensión, como el regaliz, el té, el chocolate, pero también el parmesano y el jamón crudo.

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