Por qué se forman

Las arrugas, todos lo sabemos, son signos que aparecen en la piel y se hacen más evidentes a medida que avanza la edad. Se trata de verdaderos surcos, más o menos profundos, que empiezan a aparecer a partir de los veinticinco años, y que poco a poco se van haciendo más evidentes. De hecho, después de completar el desarrollo, todo nuestro cuerpo comienza a envejecer, y la piel no es una excepción. A nivel de la epidermis, el proceso de envejecimiento se traduce en una disminución de la actividad celular, debido al daño y muerte de las células ya un menor rendimiento de las existentes.Paulatinamente las células reducen la síntesis de colágeno y elastina, proteínas que ofrecen soporte, resistencia y tonicidad a la piel, disminuyen la producción de sebo y también la de otros compuestos esenciales para la belleza de la piel, como el ácido hialurónico. El resultado es que la piel aparece cada vez menos tonificada y elástica, más deshidratada, fina y marcada no sólo en el rostro, sino en todo el cuerpo. Las arrugas comienzan a aparecer alrededor de los treinta años y, en lo que respecta al rostro, se notan en las zonas donde los músculos se contraen con mayor frecuencia: estamos hablando de las clásicas líneas de expresión que se forman alrededor de los ojos (patas de gallo y líneas del surco lagrimal), en el área de la frente (líneas de la frente y glabelares) y labios (líneas nasógenas, líneas de marionetas y código de barras).

Durante los primeros años estas arrugas son dinámicas, por lo que solo se notan cuando ciertos músculos se contraen. Con el tiempo, generalmente a partir de los cuarenta años, las arrugas se vuelven estáticas y se mantienen evidentes incluso en ausencia de contracción muscular.Además, con el avance de la edad, las arrugas de expresión se suman a las provocadas por la fuerza de la gravedad y la pérdida de tejido adiposo, que evidentemente no afectan sólo a la piel del rostro sino a todo el órgano cutáneo en su totalidad. Si bien, como hemos visto, la formación de arrugas es fisiológica, es posible retrasar su aparición y mantener una piel joven y tonificada por más tiempo.

Qué hacer

Para prevenir la formación de arrugas se puede intervenir de diferentes formas. En primer lugar, siempre es fundamental una dieta sana y equilibrada, rica en frutas y verduras pero también en cereales integrales y proteínas de origen vegetal. ¿Por qué es importante la dieta para prevenir las arrugas? Porque algunos alimentos, especialmente los de origen vegetal, aportan minerales, vitaminas, sustancias antioxidantes imprescindibles para los procesos metabólicos de las células y para contrarrestar la acción de los radicales libres. Los radicales libres son moléculas inestables que tienen electrones desapareados; para aumentar su estabilidad, sustraen electrones de las moléculas cercanas, haciéndolas a su vez inestables.Esto provoca una reacción en cadena que, con el tiempo, daña las células del cuerpo, incluidas las de la piel. Por tanto, una estrategia antienvejecimiento es evitar, en la medida de lo posible, hábitos que generen un aumento de los radicales libres como el humo del cigarrillo, el consumo de bebidas alcohólicas y la exposición excesiva a la luz solar. Dado que en muchos casos no es posible eliminar las fuentes externas que generan radicales libres, seguir una dieta rica en moléculas antioxidantes es de gran ayuda para defenderse de su acción. El ejercicio físico también es importante contra las arrugas, porque el movimiento favorece la circulación sanguínea y linfática, gracias a la cual las células del cuerpo pueden obtener oxígeno y nutrientes que provienen de la dieta y limpiarse de desechos. Hablando de actividad física, para combatir las arrugas y la pérdida de tono de la piel del rostro, también existen ejercicios específicos para el rostro, como la gimnasia facial o el yoga facial.Estos son ejercicios simples que ayudan a combatir los signos del envejecimiento, si se realizan constantemente varias veces a la semana. Por último, para prevenir y combatir las arrugas también se puede actuar desde el exterior, hidratando la piel y aportándole antioxidantes.

Remedios naturales

Los remedios naturales que ayudan a prevenir y minimizar las arrugas son aquellos que mantienen la piel hidratada y aportan sustancias antioxidantes. Para tener una piel suave, tonificada e hidratada, los mejores remedios naturales son las grasas vegetales como el aceite de aguacate, el aceite de argán, el aceite de rosa mosqueta o la manteca de karité. Los aceites y mantecas vegetales aplicados sobre la piel de la cara y el cuerpo ayudan a retener el agua y evitan su evaporación, evitando la deshidratación de la piel y haciéndola menos propensa a la formación de arrugas. Incluso las arrugas existentes pueden hacerse menos evidentes gracias a la aplicación de aceites vegetales, gracias a su acción emoliente e indirectamente hidratante.Sin embargo, muchas personas no toleran el uso de aceites puros en la piel, especialmente en la cara: en este caso, es mejor elegir cosméticos naturales que, además de aceite, contengan una parte de agua, es decir, una crema de emulsión. La parte acuosa de la crema facial o corporal también puede consistir en gel de aloe vera, un conocido remedio antiarrugas, o extractos acuosos antienvejecimiento como el extracto de té verde o la equinácea. La crema antiarrugas también debe contener extractos antioxidantes que ayuden, por vía tópica, a frenar la acción nociva de los radicales libres. Ejemplos de remedios antiarrugas naturales son la vitamina E, la vitamina C, los flavonoides extraídos de las plantas, el resveratrol obtenido de la piel de la uva.

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