Cuando eres un niño, es normal hacer amigos y conocer gente nueva todos los días. El objetivo es solo uno: encontrar nuevos compañeros de juego, no importa si eres niño o niña cuando quieres divertirte en el patio de recreo o en la escuela.

La diferencia entre los géneros y los diversos estereotipos relacionados con ellos no existe en la cabeza de un niño pequeño, la diferencia real entre hombres y mujeres se revela más adelante, con el crecimiento. Cuando su hijo tiene cierta preferencia por una amiga sobre otra, no debe burlarse de él o no, lo confirma un estudio psicológico.

De hecho, Vanessa LoBue, de la Universidad de Nueva Jersey, ha analizado esta situación particular y cuenta cómo los niños, hasta la edad de 2 o 3 años, no adoptan ningún tipo de comportamiento de género estereotípico . Por ejemplo, un niño de esa edad todavía no tendrá preferencia entre un objeto azul y un objeto rosa. Estos estereotipos, si son " forzados ", pueden dificultar el crecimiento de la amistad entre hombres y mujeres, podrían comenzar a notar demasiadas diferencias entre ellos y volverse más conscientes de ello.

Esta presión puede provenir de los padres que presionan para que sus hijos sepan las diferencias o debido a estas " burlas " inocentes, llamando al amigo o amigo especial como "novio" o "novia". Esta denominación puede confundir y asustar al niño que no entiende, se siente avergonzado y podría alejarse de la posible nueva y preciosa amistad.

¿Cómo debería uno comportarse? La consultora de padres Elissa Strauss no tiene dudas: es suficiente no etiquetar la amistad. A las niñas o los niños no les importa, lo importante es aprender a conocerse sin sentir presión de ningún tipo. Cuando los niños juegan con las niñas, se conocen y aprenden sus diferencias mutuas espontáneamente.

A veces, estas diferencias también pueden ser útiles en el desarrollo, ¿un ejemplo? Muy a menudo, las chicas hablan más sobre sus homólogos masculinos. Si su hijo está jugando con un mariquita, probablemente estará más dispuesto a abrirse y comunicarse . En resumen, dejamos que nuestros hijos jueguen libremente y sin prejuicios.

Cuando aprobamos estas relaciones sin bromear o comentar con otras madres, enviamos un mensaje importante a nuestros hijos: es normal jugar con otro género, no hay nada extraño en todo esto.

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