Hay quienes lo usan solo por unos momentos de descanso, quienes pasan días enteros trabajando en ello. estudiando o viendo series de televisión, y aquellos que en cambio lo usan solo para recibir invitados: el sofá es probablemente el mueble más querido en los hogares italianos, de norte a sur y para todas las edades.

No es necesario ser hogareño para apreciar la alegría de sentarse o acostarse en un cómodo sofá al final del día o en momentos de relajación y no tiene nada de malo preferirlo a la cama para un refrescante siesta.

No existe un sofá perfecto para todos pero cada quien puede elegir el sofá que mejor se adapta a sus necesidades.

Cómo elegir el sofá adecuado

Elegir el sofá adecuado es quizás lo más complicado a la hora de amueblar tu hogar. Avanzar hacia un sofá de diseño, que se convierta en el protagonista absoluto de la estancia, puede ir en detrimento de la comodidad, porque los sofás concebidos como obras de arte muchas veces no están hechos para relajarse. En cambio, si te decantas por la funcionalidad, corres el riesgo de comprar un sofá cómodo que desentone con el resto del mobiliario.

El sofá es ese mueble que puede poner en crisis hasta al más experto interiorista porque representa el verdadero punto de apoyo de la casa, independientemente del número de personas que compongan la familia.

En una casa grande, los sofás también pueden ser más de uno y cumplir diferentes funciones, dependiendo de su ubicación y necesidades familiares.Si hay niños o animales en la casa, entonces es especialmente importante tener en cuenta los materiales del sofá, ¡para no correr el riesgo de tener que cambiar la tapicería cada semana!

Si por el contrario en casa hay personas mayores o con algún problema físico, entonces la comodidad y la ergonomía del sofá serán más importantes que el diseño.

El sofá también debe contar quién vive en la casa, su personalidad o su estilo de vida, por ello es difícil realizar una compra impulsiva. Por el contrario, la elección del sofá siempre debe ser considerada con cuidado, porque es un mueble que puede durar incluso más de diez o quince años.

Para elegir el sofá adecuado también es importante evaluar el tamaño de la habitación en la que se va a colocar, para no hacerlo demasiado voluminoso que impida el paso de personas.

En esta guía vemos los principales tipos de sofá entre los que elegir el modelo y estilo perfecto para tu hogar.

El sofá de cuero Chesterfield

Es el sofá clásico por definición, con su típica elaboración capitonné, el Chesterfield se reinventa continuamente y se vuelve a proponer también en la variante de tela. La versión original es perfecta para una casa con mobiliario tradicional, porque transmite autoridad, solidez y encanto de antaño. Por otro lado, durante siglos el sofá Chesterfield fue el sofá aristocrático por excelencia, símbolo de los lores ingleses, que afirmaban su masculinidad también a través de la presencia de cierto tipo de mobiliario.

No es casualidad que el sofá Chesterfield de piel se haya utilizado durante años en ambientes típicamente masculinos, como lo fueron antes las oficinas y los estudios profesionales. Hoy, afortunadamente, ciertos conceptos han sido liquidados en la aduana, pero este modelo de sofá sigue siendo representativo del rigor y la elegancia.

A pesar de su aparente rigidez, el sofá Chesterfield es muy cómodo, la mano de obra capitonné lo hace no solo resistente sino también suave y cómodo.

En su versión de piel, es un sofá que también queda bien en un apartamento o loft amueblado con un estilo industrial o de inspiración neoyorquina.

Hoy en día existen numerosas versiones del sofá estilo Chesterfield, desde la variante de piel sintética hasta la de terciopelo, aún más retro pero ciertamente siempre a la moda.

El sofá moderno

Un sofá de líneas modernas y decididas y un gusto minimalista es la elección ideal para quienes buscan la comodidad ante todo. Un sofá que da inmediatamente la sensación de relax es un sofá sin florituras, con asientos amplios y respaldo bajo.

El sofá moderno se puede interpretar de muchas maneras diferentes pero es el primero que viene a la mente cuando se trata de pensar en el tiempo libre. Está diseñado para adaptarse perfectamente al cuerpo humano, asegurando siempre el máximo confort. Lo suficientemente grande para una siesta por la tarde y para ver la televisión con amigos o familiares.

Si el espacio lo permite, la solución de esquina es la que mejor transmite la idea de relajación. Los sofás rinconeras son muy versátiles, se pueden colocar en cualquier ambiente, en casa pero también en la oficina, ya que se adaptan a las diferentes necesidades. Mucho más grandes que un sofá de dos o tres plazas, son perfectos para familias numerosas o para aquellos a los que les gusta tener invitados en casa siempre.

Los sofás modernos pueden tener colores sobrios, como el blanco, el beige o el topo, el gris o el negro, pero también tonalidades más vivas, que van del rojo al azul eléctrico, del naranja al verde ácido. Para elegir el color del sofá moderno es importante tener en cuenta el color de las paredes y otros muebles de la habitación.

El color del sofá también lo determina la luz: si el sofá recibe una buena iluminación, natural o artificial, entonces también puede tener un color oscuro. Por el contrario, en una habitación con poca luz, es casi obligatorio poner un sofá de colores claros.

El sofá moderno a su vez se declina en muchos estilos, desde industrial hasta nórdico, desde contemporáneo hasta minimalista, por lo que los materiales pueden ser diferentes. Van desde el sofá en piel o ecopiel, un imperecedero que nunca se cansa, hasta el sofá en tejido técnico de última generación, hidrófugo y resistente a las abrasiones y arañazos, ideal para quien tiene niños o mascotas en casa.

El sofá cama

Con las casas cada vez más pequeñas, la optimización de los espacios pasa sobre todo por la compra de muebles multifuncionales. Es el caso del sofá cama, un mueble que actúa como un cómodo asiento y, si es necesario, se transforma en cama.

En el mercado existen sofás cama de todas las formas y tamaños, que pueden convertirse en camas individuales, de una plaza y media o de matrimonio. Algunos modelos son extra grandes y se convierten en verdaderas camas king size. Una verdadera comodidad para aquellos que no tienen una habitación de invitados, pero también para familias numerosas donde el espacio vital se vuelve crucial.

El uso que hagas del sofá cama es determinante a la hora de elegir el modelo, ya que a la hora de dividir los espacios también hay que tener en cuenta el tamaño del sofá abierto. Un aspecto importante sobre todo si la cama supletoria se utiliza con frecuencia.

Por eso, es bueno elegir un sofá cama con el sistema de apertura más adecuado a tus necesidades. Hay sofás cama que se abren tirando de la base después de quitar los cojines, la solapa o el acordeón, por mencionar los más comunes. Si el sofá cama se utiliza todas las noches, es recomendable optar por el sistema de apertura (y cierre) más rápido y práctico.

Si el sofá cama se utiliza poco como cama, entonces hay que centrarse sobre todo en la comodidad del asiento y, por qué no, en el estilo.

El sofá estilo shabby chic

El estilo shabby chic ha vivido una revolución en los últimos años, volviéndose más moderno y menos atado a ese exceso de encaje que puede no ser del agrado de todos.El sofá shabby chic se puede declinar de diferentes maneras, generalmente está hecho de madera o hierro forjado y está cubierto con colores claros y delicados. Los tejidos tienen motivos florales pero también pueden ser lisos, en tonos pastel o en tonos neutros como el beige o el gris claro. En este caso, puedes añadir cojines revestidos de una tela con florecitas o estampados provenzales.

Para un shabby chic más moderno, el sofá tiene colores más determinantes, siempre pertenecientes al ámbito de la naturaleza, así es verde, marrón o topo. Los detalles también son muy importantes, hechos de lazos y pasamanerías sobrios y discretos.

Un sofá shabby chic está indicado en una casa amueblada en un ambiente romántico, con muebles de madera blanca encurtida y vitrinas de madera.

El sofá vintage

Vintage nunca pasa de moda, especialmente cuando se trata de muebles. En realidad, por sofá vintage nos referimos tanto a sofás inspirados en los años 50/60/70 como a sofás que recuerdan siglos anteriores.El sofá Chesterfield queda fuera de esta categoría porque es un imperecedero que sabe estar siempre actual.

Los amantes de darle un toque vintage al salón tienen una amplia gama de modelos donde elegir. Van desde el sofá tapizado Príncipe de Gales hasta el inconfundible diseño años 20 del sofá esmoquin, pasando por el sofá de terciopelo, tan retro pero también tan elegante. Las personas con personalidad excéntrica pueden amueblar el salón con un bonito sofá tapizado en color flúor, que no pasa desapercibido y caracteriza el ambiente con originalidad.

El sofá vintage te permite experimentar y atreverte con nuevas combinaciones y combinaciones inusuales, potenciando tu creatividad y tu forma de ser.

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