Amistad verdadera: una conexión profunda

Cuando realmente te importa alguien te das cuenta de que no se trata solo de estudiar o ir de compras juntos o hablar de los demás y cotillear; cuando realmente te preocupas por alguien que quieres compartir en un nivel profundo y dar y recibir la certeza de que de alguna manera esa persona es parte de tu proyecto de vida, la incluyes en tus programas, en compartir tus sensaciones y emociones profundas.

La verdadera amistad no termina en cosas ordinarias y triviales, sino que descansa en acciones simples pero significativas.La comunicación, las perspectivas, la esperanza son todos factores que intervienen en tener a alguien en tu corazón. Quizás te das cuenta de que la amistad tiene un grado importante de relevancia justo cuando ves a tu amigo enfermo. ¿Entonces lo que hay que hacer? ¿Como reaccionar? ¿Cómo llevarlo hacia tu luz y tu optimismo? Ciertamente, cuando alguien está enfermo, no podemos contagiar toda la felicidad del mundo que nos rodea, es cuestión de ser y sentir y entender cómo intervenir, momento a momento, sin un rígido manifiesto programático.

En primer lugar, se trata de comprender el dolor. Especialmente si se trata de una amiga conocida recientemente, puede que no sea exactamente inmediato comprender cómo y cuánto está sufriendo. En algunos casos el dolor permanece silencioso, por educación o por actitud introvertida. A veces el dolor existe y tal vez se manifiesta de formas poco convencionales. El alma necesita y quiere alegría plena, pero cuando las relaciones no progresan o la escuela va mal o no conseguimos lo que queremos, podemos sentirnos muy molestos y decidir demostrarlo o no.En cualquier caso, tanto la persona que sufre como tú que tratas de estar cerca, en los momentos de dolor los valores sobre los que construimos lo que creamos y hacemos son válidos y se necesita paciencia, escucha, amor.

5 consejos para estar cerca de un amigo que sufre

Veamos juntos 5 consejos para estar cerca de tu amigo que sufre, tratando de evitar los clásicos errores de f alta de empatía o ganas de hacer demasiado:

Observar y hacer pequeños gestos

Cuando alguien está enfermo no necesita grandes demostraciones sino pequeños gestos. Trate de no perderse en sus pensamientos y dele un momento de alivio a través de pequeñas acciones que pueden ser, por ejemplo, llevarle un té de hierbas caliente de forma inesperada, aliviarla de alguna tarea o compromiso, apoyarla en sus elecciones, invitarla a comer. juntos, cocinar juntos un dulce. También es suficiente saber dar un poco de calma, relajación; también es suficiente poder brindar solo una sonrisa o poner una mano en el pecho para calmar y dar la bienvenida.

Animar suavemente

Llama cuando sientas que tu amiga no se siente bien, sacúdela si es necesario pero siempre con precaución. Invítala a no ahogar el momento de dolor sino a desahogarse, sacar emociones y evitar a toda costa decirle cómo hacerlo. Anímela, es decir, invítela a que vuelva a tomar su corazón en su mano y lo haga florecer, restaurarlo con hermosa energía. ¿El típico error? Minimizar a la fuerza. Los chistes y el humor hacen que todo sea fluido y ligero, pero ten cuidado de no exagerar; minimizar excesivamente los riesgos de hacerte parecer demasiado ligero y superficial. Recuerda que estar cerca de tu amiga significa bajar juntos por su "trampilla negra" , no darle palmaditas en la espalda; la empatía consiste en ponerse totalmente en el lugar del otro, sin darle un pequeño e inútil gesto de consuelo, muchas veces peyorativo. Estar cerca y ponerse en el lugar de alguien son dos cosas muy diferentes.

Llévala de vuelta a sus proyectos

Quizás tu amigo se esté debilitando por una cuestión familiar, laboral, de estudio, sentimental, pueden existir muchas razones válidas. Otras veces no es una reacción desencadenada por algo específico, sino un profundo sentimiento de incomodidad hacia un período específico de la vida, que quizás se llena de melancolía y nostalgia, sin motivo relevante. Siempre intentas, sin insistir, llevarla de vuelta a sus proyectos, a su éxito, distraerla de lo que los demás esperan de ella, pero encaminarla hacia sus objetivos sinceros, esos por los que vale la pena apretar los dientes y volver a mucho coraje.

Recuérdale cuánto la amas

Empuje su autoestima, su fuerza, su coraje. Solo hazle saber lo importante que es su presencia para ti. No siempre tienes que estar físicamente presente, incluso un pequeño mensaje de vez en cuando y un mínimo esfuerzo para que ella se "sienta cálida" .Trata de ser siempre la persona con la que ella cuenta, donde se siente acogida, sin exagerar. No te enfades y no te pierdas de vista, mantente en la coordinación de tu vida y de tu día a día. Crear puentes positivos que sean recuerdos de los buenos momentos que pasamos juntos, pero con la debida empatía. Recuerda que estar cerca de ella mientras está enferma también te permite comprender cuándo la amas.

Hacer preguntas con delicadeza

Lo peor es adoptar un tipo de actitud que empuja a tu amigo a toda costa a divertirse y divertirse. No la obligues a ver gente o estar en grupos. No tengas la arrogancia de pensar que la manada es siempre la solución. Pregúntale qué necesita, qué quiere, qué espera. Si la ves aislada e incapaz de moverse en un sentido positivo, cuestiona, pregúntale qué le gustaría. Usted sabe cuándo estar callado, pero no tiene demasiados problemas para preguntarle con delicadeza qué la haría sentir mejor.Pregunta y escucha. Preguntar también es una forma de estar más cerca.

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