Que un deporte como la natación es bueno para nuestra salud es un hecho, pero ¿sabía usted sobre los efectos en nuestra psique ? La natación también es buena para nuestro cerebro y la ciencia lo demuestra.

En lo que respecta al bienestar físico, la inmersión en el agua y la natación relaja todo el cuerpo, permite un mayor flujo de oxígeno a los músculos, tiene un bajo impacto en las articulaciones y regula nuestra respiración . Desde el punto de vista mental, en cambio, el agua nos da una sensación de alejamiento agradable de la realidad que reduce inmediatamente cualquier forma de ansiedad y estrés, dándonos un momento solo para nosotros.

Entre un golpe y otro es posible diluir pensamientos y "flotar" en una dimensión paralela. Este sentimiento también está dado por el contexto: sentir uno con un elemento natural, ver el cielo y el sol que nos golpea por encima del agua y respira continuamente hace que nuestra cabeza esté inmediatamente en un estado de agradable ligereza.

¿Cómo la natación hace bien a nuestro cerebro? Simple, la natación es un ejercicio meditativo y, mientras buceamos, nos encontramos en un espacio mental ideal donde los sonidos se amortiguan y los pensamientos fluyen mejor. Más específicamente, nuestras funciones cerebrales mejoran cuando nadamos gracias al proceso de neurogénesis donde las células muertas, derivadas del estrés diario, son reemplazadas . El cerebro es más rápido y el estado de ánimo mejora, la frescura del agua da una dosis de adrenalina perfecta para activarnos y hacernos sentir menos cansados y fatigados.

Los estudios científicos sobre los efectos de la natación en nuestro cerebro han sido realizados por el Dr. Howard Carter de la Universidad de Australia Occidental y muestran que la inmersión en el agua de la aurícula derecha de nuestro corazón aumenta el flujo sanguíneo dentro de nuestro cerebro. cerebro.

La aurícula derecha de nuestro corazón recibe sangre de dos grandes venas: las canteras superior e inferior. El trabajo de estas venas es precisamente el de devolver la sangre que ha proporcionado oxígeno a varios órganos del cuerpo. Los estudios han encontrado que el flujo sanguíneo cerebral fue mayor justo cuando los sujetos analizados se sumergieron en agua hasta la altura del corazón, de hecho, en esta situación, el flujo aumentó en un 14% hacia las arterias del cerebro medio y un 9% hacia las cerebrales trasera. En resumen, la natación es una excelente manera de mantenerse en forma, producir endorfinas y entrenar nuestros cerebros. Listo para sumergirse?

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