Jacqueline Cochran, retrato de 1940

El 18 de mayo de 1953, en Rogers Dry Lake en California, un piloto perfectamente vestido voló a bordo de un Sabre 3 a velocidad supersónica. Fue Jacqueline Cochran, la primera mujer en romper la barrera del sonido. Un disco, éste de la aviadora americana, que es sólo uno de los muchos recogidos durante su brillante vida.

Jacqueline “Jackie” Cochran, de hecho, fue una pionera de la aviación militar, así como la fundadora de Women Airforce Service Pilots (WASP), allanando así el camino para todas las mujeres piloto en el ejército de los Estados Unidos.Su historia también inspiró la serie de televisión Avenger Field, en la que Jackie revivirá en la interpretación de Renée Zellweger.

Del salón de belleza al cielo: el sueño hecho realidad

Jacqueline “Jackie” Cochran, de nombre real Bessie Lee Pittman, nació en Muscogee en Florida y desde niña se ha mostrado tenaz y terca. La última de cinco hijos, a la edad de 8 años ya se encuentra haciendo varios trabajos para ayudar a mantener a la familia.

Ella no ama esa vida, pero una mirada al cielo le basta para seguir soñando. A los diez años empezó a trabajar en un salón de belleza como aprendiz de peluquera. Le fascina todo lo relacionado con el cabello y el maquillaje y le pone tanto entusiasmo a su trabajo que los clientes del salón preguntan por ella.

Con tan solo 14 años se casa con Robert Cochran de quien tomará el apellido. Su primogénito nacerá de su unión, pero morirá a la edad de 5 años.Una herida inmensa que la mujer nunca olvidará y que los separará hasta el divorcio. Sin embargo, Bessie siempre conservará el apellido de su marido.

Sin tener más lazos sentimentales, la joven Bessie recorre el país movida por la curiosidad de descubrir el mundo. Después de estar en Alabama y Florida, vuela a Nueva York donde consigue trabajo en un prestigioso salón de belleza en la Quinta Avenida. Es aquí donde comenzará a llamarse Jacqueline, para los amigos Jackie. Y siempre es aquí donde se presentará la mayor oportunidad de su vida.

Lo suyo no es suerte, sino más bien un habilidoso e incontenible deseo de conquistar el mundo. Tiene experiencia y curiosidad y es apasionada. Jackie vive su vida con pasión y sin aliento, entre trabajo, vacaciones y viajes extraordinarios. A principios de la década de 1930, tras un vuelo con su amiga, desarrolla una pasión casi obsesiva por la aviación a la que se une la de la cosmética y la peluquería.

Recién en estos años, en una de las tantas cenas a las que es invitada por sus adinerados clientes, conoce a Floyd Bostwick Odlum, fundador de Atlas Corp. y CEO de RKO Pictures en Hollywood, así como uno de los hombres más ricos de toda América. Hay una complicidad inmediata entre ambos que sugiere la posibilidad de una historia de amor, pero no es posible porque él, además de ser 14 años mayor que ella, ya está casado y tiene hijos.

Y sin embargo, Floyd está extremadamente fascinado por esa chica con lápiz labial rojo y cabello siempre perfecto, que elige financiar sus sueños. El hombre pagará los gastos de la escuela de vuelo. Jacqueline toma así lecciones en la escuela de pilotaje de Long Island y lleva a cabo su primera misión: volar sola. Poco después también obtuvo la licencia de piloto comercial.

Ahora Jackie tiene dos nuevas obsesiones, una relacionada con la industria de la belleza y volar. Y no se siente incómodo sobrevolando los cielos del país, aunque estos estén casi todos ocupados por hombres.A su lado siempre quedará Floyd, su gran apoyo y amigo que, tras divorciarse de su mujer, se casará con esa emprendedora y extraordinariamente singular mujer en 1936.

Juntas se vuelven infalibles: Jackie vuela por todo el país para promocionar la línea de cosméticos Wings to Beauty, la misma que utiliza y promociona Marilyn Monroe.

Jackie: el piloto con pintalabios

Todo el mundo habla de Jackie, la piloto con pintalabios, la mujer competitiva, fuerte y valiente que no se rinde ante nada ni nadie. Las fotografías la inmortalizan con el cabello perfectamente recogido en la icónica permanente, la misma que hábilmente realizaba en el cabello de sus clientas, y el labial. En un mundo puramente masculino, llega disruptiva con su feminidad.

Y permaneció allí incluso en los años de la guerra, convirtiéndose en el símbolo de la importancia de la mujer durante la Segunda Guerra Mundial. Vuela y crea, además de cremas hidratantes, es la creadora de revolucionarios cosméticos compactos de viaje.

Antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial, Cochran estableció un nuevo récord: se convirtió en la primera mujer en volar un bombardero para Wings for Britain. En el Reino Unido, se convirtió en piloto voluntaria de la Royal Air Force y, en septiembre de 1939, Jackie le escribió a Eleanor Roosevelt para pedirle que estableciera la división de vuelo de mujeres en las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos.

El gran legado de Jackie

Jacqueline Cochran sigue trabajando el resto de sus días recogiendo un récord tras otro en su dilatada carrera aeronáutica. Además de romper la barrera del sonido el 18 de mayo de 1953, establece varios récords mundiales de velocidad, distancia y altura. Entre todos, incluso los de la Fédération aéronautique internationale, llevando el T-38 a 16841 metros de altitud en vuelo horizontal.

Jacqueline murió el 9 de agosto de 1980 en California, en la casa donde vivió el resto de sus años con su esposo, quien siguió siendo su mayor apoyo.

Fue enterrada en el cementerio de Coachella Valley donde vivía, y el aeropuerto de Valley más tarde recibió su nombre. Se la considera unánimemente como una de las mejores aviadoras de todos los tiempos, así como una pionera de la industria que usó su popularidad y carisma para allanar el camino a las mujeres piloto.

Gracias a sus actividades en el sector de la belleza, fue elegida por la Cámara de Comercio de Boston como una de las 5 emprendedoras más importantes de América. En 1953, Associated Press la nombró Mujer del año en los negocios.

Su historia inspiró la serie de televisión en desarrollo para la plataforma de transmisión de Peacock, Avenger Field. Renée Zellweger interpretará el papel de Jackie Cohran.

Jacqueline Cochran, retrato de 1940

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