Trabajo, hogar, obligaciones y deberes, ¿es realmente la vida que soñaste cuando miraste las nubes con ojos grandes y esperanzados?

El trabajo ennoblece al hombre y, digamos, muchas veces llena nuestras vidas de manera positiva, especialmente cuando después de años de sacrificio, hemos alcanzado las metas tan esperadas. Pero el trabajo, la carrera y el dinero no lo son todo en la vida. El tiempo que tenemos, de hecho, deberíamos vivirlo dando prioridad a nuestras emociones, a nuestros sentimientos: debemos cultivar pasiones, pasar días con la familia, organizar una reunión con viejos amigos y caminar entre la naturaleza.

Deberíamos tener el coraje de desconectar, abrir los ojos y mirar realmente todo lo que ofrece la tierra, todo lo que el universo nos comunica: su energía.

Y en cambio, nos encontramos inmersos en la rutina de la vida cotidiana. Cuando suena la alarma, nos vestimos y vamos a trabajar, vamos de compras y pagamos las facturas y, cuando tenemos un momento libre, tal vez lo dedicamos a ese juego descargado en el teléfono inteligente.
¿Es esta realmente la vida que soñaste tener?

Sin embargo, sería suficiente mirar más allá de nuestras narices y descubrir historias increíbles: mujeres que han convertido sus vidas en una aventura maravillosa en la que nos pueden inspirar. Lo saben, que la vida es una y es un aliento. Nos enseñan que hay que vivirlo, día tras día, hora tras hora.

Ha llegado el momento de poner todo en el plan y comprender cuáles son las prioridades para vivir mejor, para ser feliz . Escucha tu instinto primario, ¿qué está tratando de decirte? ¿A dónde te lleva?
Quizás hacia un destino desconocido para un viaje en solitario, o hacia esa pasión que dejaste de cultivar hace años porque no es muy concreta.

¿Quién esperabas ser cuando eras solo niñas? Nunca es demasiado tarde para vivir la vida que soñaste, de hecho, hazlo ahora, tanto como puedas, sin parar.

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